Radu Mihaileanu ha apostado por una versión de la obra Lisístrara de Aristófenes para realizar una crítica de la realidad a la que tiene que enfrentarse la mujer musulmana. La fuente de las mujeres, además, ha sido catalogada en España como la película recomendada para defender la igualdad de género. Esta calificación ha sido creada por el Instituto de Cine del Ministerio de Cultura.
La fuente de las mujeres es un alegato por la igualdad de la mujer, ambientado en un pequeño pueblo bereber, y basado en un suceso real de 2001 en una aldea de Turquía. Como el propio director ha indicado, bebe a su vez del mito de Lisístrata de Aristófenes.
La historia a pesar de tener sus raíces en un hecho tangible y del previo trabajo de investigación cultural realizado por el autor, probablemente porque Mihaileanu no encontró a la realizadora árabe que buscó para que diese profundidad al contexto en el que desarrolla su guión, está algo desarraigada; mostrándose más como una fábula universal localizada en un lugar imaginario que como el análisis histórico de una etnia y su verdadera cultura. Lo cual no es en sí erróneo ni acertado, simplemente diferente si sabemos apreciarlo, y en el fondo sí revelación de una realidad de muchas mujeres discriminadas y tratadas aún como posesiones. Así la película, aun con final algo edulcorado como el de un cuento, no deja de llamar a la rebelión contra la injusticia, recordando que con tesón y sacrificio es posible el triunfo de una causa justa.
Por lo demás, se nos describe un entorno bello y bien ambientado que a través de una interesante fotografía con el predominio de colores ocres (casas de barro, montañas y tierras áridas del desierto), con la partitura de Armand Amar mezcla de música clásica y reminiscencias sonoras árabes interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Praga, y un reparto que se esmera en interpretaciones que aúnan naturalidad dramática con pinceladas cómicas, nos acerca al corazón de un movimiento real que intenta abrirse paso desde las entrañas del mundo islámico para hacer compatible el Corán con la liberación de la mujer. Una mujer que incluso en occidente, a pesar de su teórico adelanto en este terreno, aún debe seguir luchando día a día por un reconocimiento para el que desde algunos estamentos sociales aún se muestran reticencias.
La fuente de las mujeres es un alegato por la igualdad de la mujer, ambientado en un pequeño pueblo bereber, y basado en un suceso real de 2001 en una aldea de Turquía. Como el propio director ha indicado, bebe a su vez del mito de Lisístrata de Aristófenes.
La historia a pesar de tener sus raíces en un hecho tangible y del previo trabajo de investigación cultural realizado por el autor, probablemente porque Mihaileanu no encontró a la realizadora árabe que buscó para que diese profundidad al contexto en el que desarrolla su guión, está algo desarraigada; mostrándose más como una fábula universal localizada en un lugar imaginario que como el análisis histórico de una etnia y su verdadera cultura. Lo cual no es en sí erróneo ni acertado, simplemente diferente si sabemos apreciarlo, y en el fondo sí revelación de una realidad de muchas mujeres discriminadas y tratadas aún como posesiones. Así la película, aun con final algo edulcorado como el de un cuento, no deja de llamar a la rebelión contra la injusticia, recordando que con tesón y sacrificio es posible el triunfo de una causa justa.
Por lo demás, se nos describe un entorno bello y bien ambientado que a través de una interesante fotografía con el predominio de colores ocres (casas de barro, montañas y tierras áridas del desierto), con la partitura de Armand Amar mezcla de música clásica y reminiscencias sonoras árabes interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Praga, y un reparto que se esmera en interpretaciones que aúnan naturalidad dramática con pinceladas cómicas, nos acerca al corazón de un movimiento real que intenta abrirse paso desde las entrañas del mundo islámico para hacer compatible el Corán con la liberación de la mujer. Una mujer que incluso en occidente, a pesar de su teórico adelanto en este terreno, aún debe seguir luchando día a día por un reconocimiento para el que desde algunos estamentos sociales aún se muestran reticencias.
Nota Making Of: 7.5
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