Una intensa ternura, relaciones sentimentales rotas y sentimientos encontrados, que van desde el egoísmo hasta la culpa, son las claves de este filme, titulado: "Un amigo para Frank". El elemento sorpresa es la humanidad de las máquinas, unos robots especialmente diseñados para ser los compañeros inseparables de las personas mayores y que lamentablemente cuidan de ellos mejor que sus propios hijos. Un futuro, no muy lejano, en el que los ancianos están relegados a un segundo plano completamente apartados del núcleo familiar, que están demasiado ocupados con sus respectivas vidas. Aún así, la cinta también reivindica el perdón para las dos generaciones.