
La diferencia de un muerto y de uno que no sabe que lo está, esa diferencia es la que el director Alejandro Amenábar se las arregla para que la revelación de esa verdad, una de las bases del argumento, se convierta en un viaje metafísico para el espectador.
Con una protagonista aterrorizada, Grace, la madre austera, piadosa, estricta y desesperada que interpreta Nicole Kidman, nos enfrentamos al misterio: La casa tiene que estar siempre en penumbra, y no pueden abrir una puerta si, previamente, no han cerrado la anterior. Tal es la regla, creada para proteger a los fotofóbicos hijos de Grace, que deben obedecer los tres sirvientes que también son tres mensajeros del otro mundo. Porque en Los Otros, la madre de los niños fotofóbicos enclaustrados, aunque ha cometido algo peor que un suicidio también lo desconoce, y también está loca. Su locura es creer que sigue viva y haber borrado de su memoria el paso del tiempo y el momento de las muertes.