La comodidad de ver una película en el sofá de casa se traslada a las salas de cine estadounidenses. Algunas de Nueva York ya tienen instaladas las nuevas butacas de piel reclinables que se adaptan a cada espectador gracias a un control remoto individual. Esta innovadora experiencia pretende reinventar el modo y uso del cine para tratar así de aumentar los resultados en taquilla.