"Las mujeres son de Venus y los hombres de Marte". Tan manida frase parece tomar forma de alguna manera en este filme y contrariamente demuestra que no son tan diferentes. Se complementan. Un mundo rico y desarrollado se contrapone a otro pobre y subdesarrollado. La gravedad les mantiene separados. Los del rico no quieren dejar acceso a los del pobre, los infravaloran y les mantienen alejados de las comodidades que ellos, visionarios de las más potentes técnicas, han conseguido. Idea que, por desgracia, puede extrapolarse al mundo actual.