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3 ago 2012

Marilyn, mucho más que un icono sexual



Marilyn Monroe en el rodaje de una película

Hoy, hace 50 años que la luz de sus rizos se apagaron y por este motivo el equipo de Making Of quiere homenajear a esta gran diva con el FILMA2 de la semana.
Marilyn Monroe que responde al nombre de Norma Jeane Baker tuvo una infancia que marcó su madurez pero a pesar de ello, su pasado no fue una barrera para alcanzar el éxito. 
A los 16 años, Norma Jeane decide contraer matrimonio pensando que este hecho daría estabilidad a su vida. Pero no fue así. Cuatro años después, Marilyn se divorciaría apostando por su futuro profesional ya que se convertiría en modelo bajo la tutela de la agente Emmeline Snively quien le aconsejó dar ese tono dorado a esos rizos que eclipsarían al público de la gran pantalla.
Tras realizar innumerables campañas publicitarias, el entusiasmo por seguir progresando y aprendiendo en el nuevo camino que estaba forjándose, tomó clases de arte dramático en el Actor`s Lab de Hollywood. Su primer contrato como actriz de reparto se lo ofreció la 20th Century Fox que le permitió actuar en tres películas. Fue en este momento cuando a Norma Jeane se le empezaría a conocer como Marilyn Monroe: Marilyn, por la conocida actriz Marilyn Miller y Monroe, por ser el apellido de soltera de su madre.
En 1948, Columbia la contrató para participar en la comedia musical Ladies of the Chorus de Phil Karlson. Un año más tarde tuvo el honor de colaborar en una de las últimas películas de los hermanos Marx, Amor en conserva. 

La actriz estadounidense también tuvo el honor de trabajar para la ya inexistente Metro Goldyn Mayer. Tuvo un pequeño papel pero de suma importancia para su carrera como actriz. La amante de un ganster en La jungla del asfalto de John Huston permitió que Joseph L. Mankiewick le ofreciese un papel en su película Eva al Desnudo.
En 1949, Marilyn seguía compaginando su carrera de actriz con su carrera de modelo lo que le permitió dar nombre a su celebridad al posar en una sesión fotográfica dando lugar a la creación de la moda pin-up.  Una de las fotos que se tomó en esa sesión fue portada del primer número de la famosa revista erótica Playboy. 
Marilyn Monroe con Rock Hudson en el rodaje de una películaPero a pesar de ello, aún quedaba que la actriz estadounidense llegase a lo más alto de su estrellato apareciendo en varios títulos de cierto renombre como Encuentros en la noche de Fritz Lang, No estamos casados de Edmund Goulding o Niebla en el alma de Roy Ward Baker. Marilyn estuvo verdaderamente espléndida en su papel de Nell, una niñera perturbada. Fue sin duda uno de los mejores papeles de su carrera. Aunque otro de los géneros en los que destacó fue la comedia donde destacó por su papel Me siento rejuvenecer, película dirigida por Howard Hawks y Billy Wilder.
1953, fue un año muy importante para la actriz ya que colaboraría en tres películas de cierta importancia en la historia del cine como Niágara de Henry Hathaway; Los caballero las prefieren rubias Howard Hawks que marcaría la carrera de la actriz como estrella y como mito sexual. Su tercer trabajo fue Cómo casarse con un millonario de Jean Negulesco donde trabajó con actrices de gran renombre como Betty Grable y Lauren Bacall. Gracias a su talento y a su esfuerzo en estos tres trabajos, le fue concedido el Globo de Oro a la mejor actriz. 
Al año siguiente, Marilyn Monroe convertida en una auténtica estrella del cine, contrajo matrimonio por segunda vez con el jugador de béisbol Joe DiMaggio del cual se divorciaría unos meses más tarde. En este mismo año, la actriz trabajó en Río sin retorno y en Luces de candilejas. 

Pero a pesar del éxito conseguido, no es oro todo lo que reluce. Marilyn luchaba para que el público no solo la considerase una cara bonita. Este motivo junto con la nulidad intelectual de la que se le acusaba, provocó que la actriz estadounidense ejerciese nuevas actividades como por ejemplo el estudio del psicoanálisis con el objetivo de conocerse más a sí misma. Pero después de luchar con todas sus fuerzas para despojarse de la etiqueta de objeto sexual a ojos masculinos, su interpretación en películas como La tentación viene de arriba de Billy Wilder o Bus Stop de Joshua Logan encasillaron aún más a la actriz en ese cliché. Este fue uno de los motivos por los que se vio sumida en fuertes depresiones. 
En 1956 tuvo lugar su tercer matrimonio con el dramaturgo Arthur Miller y al igual que sus dos intentos matrimoniales, el fracaso no tardó en asomarse. En esta época, Marilyn tenía entre manos un nuevo proyecto: su propia productora. Protagonizó y produjo El príncipe y la corista teniendo como director a Laurence Oliver pero aún así la crítica seguía maltratándola quedando su esfuerzo relegado a una simple cara bonita sin ideas propias.
Su próximo trabajo Con faldas y a lo loco de Billy Wilder le otorgaría de nuevo el Globo de Oro como Mejor Actriz aunque según Billy Wilder, el rodaje de la película fue un auténtico suplicio por el imprevisible comportamiento de la actriz. Su última aparición cinematográfica en Vidas rebeldes de John Huston fue uno de los mejores trabajos de Marilyn Monroe. 
Por último, su prematuro fallecimiento inmortalizó a Marilyn Monroe como una diva que vivió lo suficiente para alcanzar la fama mundial y convertirse en un hito en la historia del cine y una celebridad eterna potenciada por su pronta muerte.

27 nov 2011

Audrey Hepburn y Humphrey Bogart en: 'Sabrina' de Billy Wilder

Cartel de la película Sabrina, con Audrey Hepburn y Humphrey Bogart

La película de género romántico titulada Sabrina fue llevada a cabo en 1954 por Billy Wilder. El film tiene además un tono cómico que deja ver el genio que era este director en el género de la comedia, como queda patente en otra reconocida película de filmación posterior denominada Con faldas y a lo loco (1959).


El director Billy WilderEl productor estadounidense de origen austriaco recibió cinco Oscar, tres de las sesenta películas que escribió y dos de entre las veintiséis que realizó como director:

- Dias sin huella (1945) recibió dos Oscar el primero de ellos como mejor director y por último el de mejor guión adaptado.

- Sunset Boulevard (1950) en esta ocasión ganó el Oscar al mejor guión adaptado.

- El apartamento (1960) obtuvo también dos Oscar el primero a mejor director y el segundo como mejor guión original.
Los excelentes actores que eligió Wilder para su reparto fueron:
  • Audrey Hepburn (1929-1993), como protagonista del film en el papel de Sabrina, la hija del chófer de la noble familia Larrabee.
  • Humphrey Bogart (1899-1959), en el papel de Linus Larrabee como el recto hermano mayor que sólo tiene tiempo para los negocios.
  • William Holden (1918-1981), como mujeriego empedernido incapaz de enamorarse realmente, sin contar que además es un gandul de profesión sin más ocupación que sus escarceos amorosos.
El papel de galán de Bogart no resulta del todo carismático y deja que la mayor atención recaiga en la apasionada interpretación de Hepburn, mientras que la actuación de William Holden es bastante cercana a la imagen de ligón que le quería dar el director de esta cinta.

La película obtuvo varios premios de los cuales destaca el Oscar a mejor diseño de vestuario por el trabajo a cargo de Edith Head y que sin duda enmarca el cambio radical de la protagonista del film.

También hay que decir que de este film se ha hecho una versión posterior (1995) dirigida por Sydney Pollack en la que el galán está mejor interpretado por Harrison Ford y la protagonista es llevada a cabo por la actriz Julia Ormond que nada tiene que ver en comparación con Audrey Hepburn.


Humphrey Bogart y Audrey Hepburn

El argumento trata una vez más de ensalzar el amor ante cualquier adversidad, tanto de oposición familiar como de clase social, puesto que Sabrina es la hija de uno de los empleados de la familia Larrabee, mientras que estos pertenecen a la alta sociedad estadounidense como propietarios de una gran industria.
El mundo impasible de Linus Larrabee no se ve modificado hasta que se interpone en su camino profesional la vida amorosa de su hermano. Para cerrar un trato importante será de vital importancia el matrimonio de su hermano con una rica heredera de una familia con grandes plantaciones de caña de azúcar, ingrediente principal para la manufactura de un nuevo material plástico que revolucionará la industria.

Sabrina por su parte está platonicamente enamorada del hermano menor de los Larrabee y se ha pasado la infancia suspirando porque este amor sea correspondido mientras observaba, desde lo alto de un árbol, los devaneos amorosos de su enaltecido amor.

La protagonista es mandada por su padre a París, donde aprende dotes culinarias mientras poco a poco se va haciendo mayor tanto físicamente como de mentalidad. Una vez finalizada su formación se encamina de nuevo hacia su hogar pero convertida en una hermosa joven muy distinta a la chiquilla que se fue unos años antes.

La apabullante belleza aderezada con las prendas más de moda de una ciudad inundada por ese menester, hacen que la tan esperada llegada de Sabrina deje boquiabierto al hermano inferior de los Larrabee, quien cuenta con un compromiso estable de matrimonio a la vuelta de la esquina.

Humphrey Bogart y Audrey Hepburn

No es extraño, que viéndola tan expléndida quiera encandilarla sin haber reparado aún de quién se trata realmente, pero cuando se da cuenta de quién es no resulta impedimento para que esta vez sea él quién caiga enamorado de Sabrina, la cual acepta de buen grado su ofrecimiento.

La parte más complicada de esta urdimbre llega cuando Linus ve que todo su trabajo se disolverá si su hermano decide no casarse con la rica heredera y por eso se dispone a encandilar a Sabrina desde el más absoluto interés.

La sorpresa llega cuando no solo ella cae enamorada de Linus sino que éste también se ve enloquecido por la chica y está dispuesto a perder todo el negocio e incluso su amor para que ella sea feliz con su hermano.
El final predecible, según se mire, no se hace esperar y en mi opinión se resuelve con demasiada rapidez dejando al espectador a la espera de más argumento final.

Estamos ante otra comedia romántica que sin tener un argumento excesivamente atractivo se hace grande gracias a la actuación de sus personajes, de entre los cuales vuelve a brillar con luz propia la estrella de Hollywood Audrey Hepburn que incluso se permite hacer sombra al gran Humphrey Bogart, el cual definitivamente está fuera de lugar en su caracterización de galán.

Como apunte final me gustaría decir que hay que prestar atención a la banda sonora haciendo honor a París, con los famosos temas: La vie en rouge o Isn´t it romantic, de la primera podéis ver el baile que comparten al son Bogart y Hepburn:


22 jul 2011

'La lista de Schindler', de 1993

Cartel de la película La lista de Schindler

La lista de Schindler, desde su concepción, estuvo rodeada de un gran respeto y consideración por parte de todos los trabajadores del cine que tuvieron la oportunidad de trabajar en ella. El espinoso tema del Holocausto ya se había tratado en muchas ocasiones tanto en cine como en televisión, aunque seguramente nunca antes se había llevado a una escala semejante y por parte de uno de los considerados mejores directores de Hollywood. Y como era de esperar de un rodaje tan grande, hubo en el camino multitud de anécdotas.

Ésta iba a ser una película diferente pues no sólo iba a mostrar los horrores nazis sino que también iba a presentar el lado contrario, la historia de un alemán, Oskar Schindler, que va más allá del propio personaje, pudiendo ser cualquier héroe anónimo de aquella época, que se arriesgó y ayudó a varios miles de judíos a escapar de los hornos de Auschwitz.

Imagen de la lista
Todo comenzó con Leopold Pfeffeberg, uno de los judíos del señor Schindler, quien había recopilado toda clase de documentos sobre el empresario y sobre su famosa lista. Pfeffeberg trató durante años de interesar a productores, guionistas o directores para que rodaran la historia de Oskar Schindler aunque sin éxito. Hasta que en 1980 entró en su tienda de Beverly Hills el escritor Thomas Keneally. Cuando Pfeffeberg se enteró de que Keneally era escritor, le llevó a la trastienda donde le enseñó todos sus archivos y trató de convencerle para que escribiera un libro sobre la lista de Schindler, y éste aceptó.

Sid Sheinberg, un capo de la Universal Pictures, compró los derechos de la historia sabiendo que sería perfecta para su amigo Steven Spielberg. Aún pasaron varios años hasta que el director se decidiera a hacerla, y en el camino fueron varios los que se interesaron por la historia de Schindler. Billy Wilder se interesó en llevar La lista de Schindler a la gran pantalla, y cuando se enteró de que los derechos ya los poseía Spielberg ambos directores hablaron sobre el proyecto. Si los dos hubiesen rodado la película él mismo dice que habría sido muy diferente. Lo cierto es que Wilder finalmente decidió abandonar el proyecto y se limitó simplemente a ver la película en uno de sus primeros pases y a alabar a Spielberg.

Consideró que un director judío era ideal para dirigir el proyecto. Roman Polanski, quien había sido un superviviente del gueto de Cracovia y había perdido a varios familiares en Auschwitz, no se consideró preparado entonces para asumir un reto con una trama que le tocaba tanto, por lo que rechazó también la propuesta de Spielberg. Spielberg decidió ponerse tras las cámaras y con más ganas tras comentarios de directivos en Hollywood del estilo de "es mejor que hagas una donación en vez de gastar nuestro tiempo y dinero en una película deprimente".

Fotograma de La lista de Schindler

Tras tomar la decisión de rodar la película en un dramático blanco y negro, la producción se trasladó a Polonia para tratar de rodar el film en escenarios auténticos. Todos parecían ver en La lista de Schindler algo más que una simple película, y el propio Spielberg declaró en más de una ocasión que se sentía como si estuviera rodando un legado más que un film de Hollywood. El genial director decidió no llevarse dinero por el rodaje de la película, y cedió toda posible recaudación a la Fundación Shoah, que se encarga de preservar testimonios de supervivientes de genocidios como el Holocausto.

Al no obtener el permiso para rodar en Auschwitz, construyó una réplica al otro lado del puente que lleva al campo de concentración, por lo que durante un tiempo dos siniestros campos se levantaron en el lugar. Se buscaron miles de ropas de los años 30 y 40 por toda Polonia para vestir a los actores. En definitiva Spielberg no cejó hasta lograr la mayor verosimilitud posible, creando para ello la película en blanco y negro más caro de la historia del cine.

En lo que respecta al reparto hay como siempre nombres extraños o curiosos que se barajaron para interpretar a los personajes principales. Spielberg no quería grandes estrellas, sino más bien gente desconocida que no interfiriera con la historia que se estaba narrando. El director tuvo en mente durante la mayor parte del tiempo para interpretar a Oskar Schindler nada más y nada menos que a Alan Thicke (de la serie Los problemas crecen). Supongo que sus razones tendría pero la verdad es que suena algo bizarro. También se pensó en el suizo Bruno Ganz quien, años más tarde, curiosamente hizo de Hitler en El hundimiento (2004) aunque finalmente el papel fue a parar a Liam Neeson quien demostró estar a la altura de las circunstancias.

Fotograma de La lista de Schindler

Para interpretar al sádico Amon Goeth se pensó en actores como Tim Roth (Reservoir Dogs, de 1992, Pulp Fiction, de 1994), pero finalmente se llevó el papel el entonces desconocido Ralph Fiennes (Voldemort en la saga de Harry Potter), atraído por su aire de belleza malvada y decadente. Dicen que el actor engordó a base de beber cerveza Guinness para encajar mejor en el papel, pero lo que sí es cierto es que su terrible frialdad resulta impresionante en la pantalla de cine. De hecho, durante el rodaje, cuando Fiennes fue presentado a una de las supervivientes del campo de Plaszow ésta comenzó a temblar por el parecido diabólico que guarda con el auténtico Goeth. El siempre eficiente Ben Kingsley quedó magnífico como Itzhak Stern, el ayudante de Schindler.

Fotograma de La lista de Schindler

Evidentemente la sensibilidad que desprende La lista de Schindler es enorme, es inevitable sentirse más o menos afectado por una historia que uno sabe que es real. Con todo, es preciso dejar constancia del gran trabajo que hizo Spielberg, sin caer en exceso en el melodrama, algo que hubiera sido muy fácil tratando sobre una historia semejante, y más conociendo la tendencia del director a sobrepasarse en los momentos más dramáticos de sus películas.

Cualquiera que ame el film tendrá sus momentos favoritos, pues son tantas las grandes y pequeñas historias que se relatan en la película, sean emocionantes o terribles, que seguramente cien personas podrían elegir cien escenas diferentes.

Pongamos por ejemplo el largo acto de la limpieza del gueto de Cracovia. En principio eran unas escenas que iban a ser mucho más largas y tensas, aunque finalmente el director decidió recortar su duración. Aun así durante varios minutos uno se queda en suspenso preguntándose quién será descubierto y quién no, mientras de una forma magistral Spielberg nos lleva por todo el guetto mientras los judíos son trasladados o simplemente acribillados. Todo el acto culmina con esa casi onírica imagen de la niña con el abrigo rojo, solitaria y perdida que destaca en medio de la terrible realidad en blanco y negro.

Fotograma de La lista de Schindler

Tras el estreno de la película varias fueron las interpretaciones de aquella extraña niña con un abrigo en color que poco después fue asesinada. Lo cierto es que esa niña existió y, al contrario que en la película, sobrevivió a la guerra.

Excelente adaptación la del retrato inicial de Schindler como un aprovechado mujeriego que comienza a amasar una fortuna aprovechando el estado de guerra y que logra sus objetivos mediante contactos, sobornos y sobretodo un gran carisma personal. Asistir a todo el proceso que lleva a su empresa a ser tenida en cuenta por el ejército es fascinante.

Especialmente oscuros son los momentos narrados en el campo de Plaszow, donde evidentemente destaca el sangriento Amon Goeth, que dispara a prisioneros por placer, y cuyo megalómano retrato psicópata culmina en la escena en que Schindler le relata lo poderosos que eran los emperadores romanos al saber perdonar.

Muchas escenas son destacables pero uno de los mejores momentos es la escena final de la película en la que Schindler se derrumba y se culpa por no haber podido salvar a más judíos.

Si alguien no la ha visto recomiendo su visionado ya que La lista de Schindler no sólo es una gran película sino que, además, es un documento histórico que sirve como complemento a documentales sobre el Holocausto.

No olvidéis: "Quien no conoce su historia está condenado a repetirla".



Premios Oscar 1993:

-Ganados
  • Mejor película
  • Mejor dirección: Steven Spielberg
  • Mejor guión adaptado: Steven Zaillian
  • Mejor fotografía: Janusz Kaminski
  • Mejor banda sonora: John Williams
  • Mejor montaje: Michael Kahn
  • Mejor dirección artística: Allan Starski y Ewa Braun
-Nominados
  • Mejor actor principal: Liam Neeson
  • Mejor actor de reparto: Ralph Fiennes
  • Mejor vestuario: Anna B. Sheppard
  • Mejor maquillaje: Christina Smith, Matthew W. Mungle y Judith A. Cory
  • Mejor sonido: Andy Nelson, Steve Pederson, Scott Millan y Ron Judkins

Globos de Oro 1993:
-Ganados
  • Mejor película de Drama
  • Mejor dirección: Steven Spielberg
-Nominados
  • Mejor actor principal de Drama: Liam Neeson
  • Mejor actor de reparto: Ralph Fiennes
  • Mejor guión: Steven Zaillian
  • Mejor banda sonora: John Williams

7 jun 2011

'Con faldas y a lo loco' de 1959

Cartel de la película Con faldas y a lo loco de 1959
Some Like It Hot o Con faldas y a lo loco como se la conoce en España, está considerada como una de las mejores comedias que el cine ha dado.

El film en blanco y negro trata de dos músicos del montón, Joe (Tony Curtis) y Jerry (Jack Lemmon), que presencian el ajuste de cuentas entre dos bandas rivales en "La masacre de San Valentín" de Chicago en 1929 y son perseguidos por los gángsters que quieren deshacerse de estos incómodos testigos, y al no tener dinero para huir de Chicago, se disfrazan de mujeres e ingresan en una banda de música de chicas. Joe para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente cuando no está disfrazado; mientras tanto, Jerry es cortejado por un millonario que quiere casarse con él, cuando se viste de mujer.

El austríaco Billy Wilder hace de director y guionista. Esto último junto con su inseparable colaborador I. A. L. Diamond en el que no le sobra ni le falta ninguna frase para situar las peripecias de la travestida pareja dentro de un sinfín de situaciones en las que al espectador solo le queda rendirse y sumirse en el humor.

Solo el director ha sabido ir entrelazando con maestría una escena detrás de otra, ofreciendo una lección de agilidad y mostrando una humorística visión de "los felices años veinte", dotada de múltiples guiños ya sean políticos, como la "Ley seca", o culturales citando a los ídolos del cine mudo Rodolfo Valentino y Ramón Novarro o al cantante Rudy Vallee.

Asimismo y a ritmo de jazz, la película destila una maligna visión del hombre desde el punto de vista femenino.

Jack Lemmon y Tony Curtis en Con faldas y a lo loco de 1959Jack Lemmon y Tony Curtis soberbios en sus papeles convirtiéndose el primero en uno de los actores fetiche de Wilder. Gracias al vestuario de Orry-Kelly bien lucido por Marilyn Monroe la película conseguiría el Oscar al vestuario. Por otra parte, la actriz vuelve a demostrar sus magníficas cualidades como actriz de comedia y a cantar temas clásicos como "I wanna be loved by you" o "I'm through with love".

El gran George Raft se autoparodia representando el papel de gángster que tantas veces había encarnado en los años 30, entre ellos en Scarface de Howard Hawks, junto a Paul Muni.

"No bodys perfect" o "Nadie es perfecto" la popular frase final dicha por Joe E. Brown que interpreta a un viejo pero simpático millonario que vive una rara relación amorosa con Jack Lemmon (recordemos el baile entre ambos de "La cumparsita"), pone fin a esta obra maestra de un director verdaderamente extraordinario.




Gala de los Oscar de 1959
  • Nominada por Mejor director, para Billy Wilder
  • Nominada por Mejor actor, para Jack Lemmon
  • Nominada por Mejor guión adaptado, para Billy Wilder e I. A. L. Diamond
  • Nominada por Mejor fotografía, para Charles Lang
  • Nominada por Mejor dirección artística, para Ted Haworth y Edward Boyle
  • Ganadora por Mejor vestuario, para Orry-Kelly

Gala de los Globos de oro de 1960
  • Ganadora a la mejor película
  • Ganadora a la mejor actriz, para Marilyn Monroe
  • Ganador al Mejor actor, para Jack Lemmon



Final (nadie es perfecto)



Marilyn Monroe canta "I wanna be loved by you"
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