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27 nov 2011

Audrey Hepburn y Humphrey Bogart en: 'Sabrina' de Billy Wilder

Cartel de la película Sabrina, con Audrey Hepburn y Humphrey Bogart

La película de género romántico titulada Sabrina fue llevada a cabo en 1954 por Billy Wilder. El film tiene además un tono cómico que deja ver el genio que era este director en el género de la comedia, como queda patente en otra reconocida película de filmación posterior denominada Con faldas y a lo loco (1959).


El director Billy WilderEl productor estadounidense de origen austriaco recibió cinco Oscar, tres de las sesenta películas que escribió y dos de entre las veintiséis que realizó como director:

- Dias sin huella (1945) recibió dos Oscar el primero de ellos como mejor director y por último el de mejor guión adaptado.

- Sunset Boulevard (1950) en esta ocasión ganó el Oscar al mejor guión adaptado.

- El apartamento (1960) obtuvo también dos Oscar el primero a mejor director y el segundo como mejor guión original.
Los excelentes actores que eligió Wilder para su reparto fueron:
  • Audrey Hepburn (1929-1993), como protagonista del film en el papel de Sabrina, la hija del chófer de la noble familia Larrabee.
  • Humphrey Bogart (1899-1959), en el papel de Linus Larrabee como el recto hermano mayor que sólo tiene tiempo para los negocios.
  • William Holden (1918-1981), como mujeriego empedernido incapaz de enamorarse realmente, sin contar que además es un gandul de profesión sin más ocupación que sus escarceos amorosos.
El papel de galán de Bogart no resulta del todo carismático y deja que la mayor atención recaiga en la apasionada interpretación de Hepburn, mientras que la actuación de William Holden es bastante cercana a la imagen de ligón que le quería dar el director de esta cinta.

La película obtuvo varios premios de los cuales destaca el Oscar a mejor diseño de vestuario por el trabajo a cargo de Edith Head y que sin duda enmarca el cambio radical de la protagonista del film.

También hay que decir que de este film se ha hecho una versión posterior (1995) dirigida por Sydney Pollack en la que el galán está mejor interpretado por Harrison Ford y la protagonista es llevada a cabo por la actriz Julia Ormond que nada tiene que ver en comparación con Audrey Hepburn.


Humphrey Bogart y Audrey Hepburn

El argumento trata una vez más de ensalzar el amor ante cualquier adversidad, tanto de oposición familiar como de clase social, puesto que Sabrina es la hija de uno de los empleados de la familia Larrabee, mientras que estos pertenecen a la alta sociedad estadounidense como propietarios de una gran industria.
El mundo impasible de Linus Larrabee no se ve modificado hasta que se interpone en su camino profesional la vida amorosa de su hermano. Para cerrar un trato importante será de vital importancia el matrimonio de su hermano con una rica heredera de una familia con grandes plantaciones de caña de azúcar, ingrediente principal para la manufactura de un nuevo material plástico que revolucionará la industria.

Sabrina por su parte está platonicamente enamorada del hermano menor de los Larrabee y se ha pasado la infancia suspirando porque este amor sea correspondido mientras observaba, desde lo alto de un árbol, los devaneos amorosos de su enaltecido amor.

La protagonista es mandada por su padre a París, donde aprende dotes culinarias mientras poco a poco se va haciendo mayor tanto físicamente como de mentalidad. Una vez finalizada su formación se encamina de nuevo hacia su hogar pero convertida en una hermosa joven muy distinta a la chiquilla que se fue unos años antes.

La apabullante belleza aderezada con las prendas más de moda de una ciudad inundada por ese menester, hacen que la tan esperada llegada de Sabrina deje boquiabierto al hermano inferior de los Larrabee, quien cuenta con un compromiso estable de matrimonio a la vuelta de la esquina.

Humphrey Bogart y Audrey Hepburn

No es extraño, que viéndola tan expléndida quiera encandilarla sin haber reparado aún de quién se trata realmente, pero cuando se da cuenta de quién es no resulta impedimento para que esta vez sea él quién caiga enamorado de Sabrina, la cual acepta de buen grado su ofrecimiento.

La parte más complicada de esta urdimbre llega cuando Linus ve que todo su trabajo se disolverá si su hermano decide no casarse con la rica heredera y por eso se dispone a encandilar a Sabrina desde el más absoluto interés.

La sorpresa llega cuando no solo ella cae enamorada de Linus sino que éste también se ve enloquecido por la chica y está dispuesto a perder todo el negocio e incluso su amor para que ella sea feliz con su hermano.
El final predecible, según se mire, no se hace esperar y en mi opinión se resuelve con demasiada rapidez dejando al espectador a la espera de más argumento final.

Estamos ante otra comedia romántica que sin tener un argumento excesivamente atractivo se hace grande gracias a la actuación de sus personajes, de entre los cuales vuelve a brillar con luz propia la estrella de Hollywood Audrey Hepburn que incluso se permite hacer sombra al gran Humphrey Bogart, el cual definitivamente está fuera de lugar en su caracterización de galán.

Como apunte final me gustaría decir que hay que prestar atención a la banda sonora haciendo honor a París, con los famosos temas: La vie en rouge o Isn´t it romantic, de la primera podéis ver el baile que comparten al son Bogart y Hepburn:


13 nov 2011

Audrey Hepburn y Gregory Peck en 'Vacaciones en Roma'

Cartel de la película Vacaciones en Roma, con Audrey Hepburn y Gregory Peck

El clásico del cine Vacaciones en Roma del director William Wyler fue estrenado en el año 1953 convirtiéndose, hasta la actualidad, en todo un hito cinematográfico. Ya en su tiempo obtuvo tres premios Oscar, el primero de ellos otorgado a su protagonista Audrey Hepburn como mejor actriz, el segundo fue dado por el genuino e irrepetible argumento original y por último se reconoció un Oscar al adecuado vestuario de los personajes en cada momento del film.

William Wyler, director de Vacaciones en RomaLa película no hubiera sido posible sin el prolífico director norteamericano William Wyler (1901 – 1981) conocido por desarrollar películas tan emblemáticas como: Ben Hur (1959) y Los mejores años de nuestra vida (1946), ambos films le dieron el Oscar a mejor director de un total de tres estatuillas en esa misma categoría.

Wyler apostó por el talento todavía por descubrir de Audrey Hepburn (1929 - 1993) como personaje principal, ya que esta era la primera vez que Hepburn actuaría para la industria de Hollywood. Audrey nacida en Bruselas se había introducido en el mundo del cine después de desarrollarse como modelo gracias a su estilizada figura y tan sólo había podido interpretar un papel en la película holandesa titulada Nederlans in 7 lessen y otros papeles más pequeños como su actuación en la comedia británica Oro en barras.

Hepburn consiguió ser todo un descubrimiento en esta película donde su desparpajo, elegancia y encanto engatusó a los espectadores y a los directores, ya que después de este magnífico papel le llovieron multitud de ofertas como la película Sabrina (1954) de Billy Wilder que le valió una nueva nominación a los Oscar.


Escena de Vacaciones en RomaPor otro lado está, Joe Bradley, el galán de la película encarnado por Gregory Peck (1916 - 2003), un actor asentado de Hollywood aunque la academia de cine sólo le premió una vez en la categoría de mejor actor por la película Matar a un ruiseñor (1962).

El fantástico trabajo de dirección de Wyler tanto en la elección de sus personajes como en la acertada escenografía hace que esta película alcance el culmen de las comedias románticas y sea un referente ineludible de este género cinematográfico.

Roma, la ciudad eterna, es lo que se llama el tercer protagonista de la película. Tanto es así, que el director decidió grabar la película en blanco y negro para que esta no eclipsará a los protagonistas con su belleza histórico – artística.

William Wylder decidió con sumo criterio el utilizar planos reales de hermosos monumentos y lugares como la Fontana di Trevi, el Coliseo o la Plaza de España. Estos son mostrados, entre otros, con tal peculiaridad como las calles empedradas y el don de sus gentes.

Escena de Vacaciones en RomaLa magia que desprende la ciudad no sólo encandila a Ana, la joven princesa que se encuentra allí por sus responsabilidades diplomáticas en un viaje a las capitales europeas, sino que todo espectador es introducido en la escena y se siente parte de ese paraje enriquecedor en todos los sentidos posibles.

El argumento de la película trata de sorprender mostrando las necesidades que todo ser humano tiene, independientemente de que estrato social sea, pues las banalidades de la vida son las que dan sentido a la existencia misma del individuo.

Por ello, la película muestra a una princesa que a pesar de disfrutar de un sin fin de lujos y viajes, no es capaz de disfrutar la vida tal y como se nos ha dado. La heredera al trono vive en una jaula de oro de la cual es esclava y sueña con poder disfrutar de los placeres de la vida como el común de los mortales.

Los deberes principescos son aparcados a un lado cuando Ana decide escapar de su encierro consentido, consiguiendo llegar hasta fuera de palacio para encontrarse con Roma.

El escándalo de la calle, la música y las luces que adornan los antiquísimos monumentos, son el marco perfecto para poder recorrer la capital de Italia sin las ataduras que le suponen los deberes de su corona.

El encuentro entre Joe Bradley y la princesa, será accidental pues esta se encuentra en estado de sopor tras haberle sido administrado un medicamento para calmarla en su actitud rebelde, poco tiempo antes de que esta decidiera huir de palacio.

Joe Bradley es quien hace posible todos los sueños y caprichos de Ana, estos van desde tomar un “gelato”, bajo el tórrido sol, hasta cortarse el pelo a lo “garçon”. Todo ello mientras ven el grandioso Coliseo y hacen una visita panorámica de la ciudad desde la simbólica vespa italiana.

El cariño entre los personajes hace que surja una relación que en otro momento hubiera sido imposible debido a la diferencia social de la que proceden cada uno.
Escena de Vacaciones en RomaLa princesa miente sobre su procedencia real y Bradley sobre su oficio que mantiene oculto hasta el final de la película. Por un lado, la protagonista necesita mantenerse de incógnito si pretende poder pasar un día normal bajo el anonimato y por otro lado Bradley tiene intereses ocultos al darse cuenta de que a quien tiene enfrente es realmente la princesa.

Joe Bradley con la ayuda de su amigo Irving, periodista y fotografo respectivamente, inician la tarea de un reportaje robado a la princesa. El motivo de tal pretensión es mostrar la cara más sensacionalista de esta, pero el cariño y la relación que les va uniendo a lo largo del día hará que el dinero no sea motivo suficiente para la venta de tal información.

El argumento es todo un cuento de hadas que bien podría asemejarse al de Cenicienta, ya que al principio de la película la princesa pierde un zapato en la recepción de autoridades europeas y como si de la misma protagonista del cuento se tratara solo dispondrá hasta la noche para volver a su vida normal. Es curioso ver como la historia de la película es contada desde la perspectiva de una princesa que quiere ser normal, mientras que el viejo cuento trata de una chica normal que se convierte en princesa.

 El hilo de la película va dejando al espectador cada vez más interesado en su culminación, la cual es muy diferente al que estamos acostumbrados en el género de drama romántico, lo cual nos hace apreciar la diferencia entre la espectacularidad de la película que estamos tratando y la nimiedad de muchas películas actuales de este mismo género.

Los 118 minutos que dura la película son suficientes para dejar perplejo al que lo ve y pero sin duda deja con ganas de más, pues el espectador queda sediento de la magia que aporta el film. Por todo ello, desde Making Of respondemos ante tal magnífica obra en honor al buen cine y también a su protagonista la magnífica e inspiradora Audrey Hepburn.

Os dejamos con un momento entrañable de la película: La visita a La Bocca della Veritá.

23 oct 2011

'Desayuno con diamantes', de 1961

Cartel de Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's), de 1961, encuadrada en el género de la comedia romántica y dirigida por Blake Edwards; es sin duda un HITO DEL CINE y en Making Of le rendimos homenaje ya que el pasado 5 de octubre se cumplieron 50 años de su rodaje.

Protagonizada por la gran Audrey Hepburn, musa del director de suspense Alfred Hitchcock, y por George Peppard, Su reparto de actores secundarios también merece mención entre los que estaban Patricia Neal, Martin Balsam, Mickey Rooney y José Luis de Vilallonga.

Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards

El film es una adaptación libre de la novela homónima de Truman Capote y su banda sonora fue compuesta por Henry Mancini en la que podemos encontrar la famosa canción Moon River, escrita por Johnny Mercer.

Algo a destacar es la repetitiva colaboración cómica de Mickey Rooney como irascible vecino japonés y la breve participación del escritor y aristócrata español José Luis de Villalonga como millonario brasileño.

Mickey Rooney, chino irascible, en Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards

En la edición de los premios Óscar de 1961 fue premiada en las categorías Mejor canción (Moon River, de Johnny Mercer y Henry Mancini) y Mejor banda sonora (Henry Mancini), y nominada a la Mejor actriz (Audrey Hepburn), Mejor dirección artística (Hal Pereira, Roland Anderson, Sam Comer y Ray Moller) y Mejor guión adaptado (George Axelrod).

Vamos con el argumento:

Holly Golightly (Audrey Hepburn) es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida cómoda y alegre. Es una aspirante a actriz alocada y disconforme que tiene un comportamiento bastante extravagante. Una de sus costumbres es desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffany's viendo sus diamantes cuando necesita recuperar su autoestima. Un día se muda a su edificio Paul Varjak (George Peppard), un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer un tanto mayor. Éste conoce a Holly y comienzan una relación inestable.

Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards

Desde Making Of la recomendamos por su elegancia y su risa asegurada, obra que nos muestra otra perspectiva de la "Gran Manzana".

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