Mostrando entradas con la etiqueta Alfred Hitchcock. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Alfred Hitchcock. Mostrar todas las entradas

14 oct 2012

'Tesis' (1996), de Alejandro Amenábar


Una película inquietante, dramática hasta el terror y la angustia. Trepidante desde la primera escena, inteligente y horrible. Amenábar explora la violencia, el terror y nos "regala" una película sobre las snuff movie con la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid como telón de fondo. Sin duda es un thriller con aires de Hitchcock que sirvió de perfecta ópera prima o tesis para el director. Por ello, hoy recordamos en nuestro HITOS DEL CINE Tesis.

12 ago 2012

'Psicosis', de Alfred Hitchcock (1960)



Alfred Hitchcock supo hacer de una novela, hasta cierto punto mediocre, una obra maestra; extrayendo con habilidad todos los elementos de terror psicológico que se encontraban en estado embrionario en el texto. La historia, que es mérito completo de Robert Bloch, es de por sí­ original y escalofriante, con un tratamiento de las profundidades psicopáticas de los individuos muy innovador hasta ese momento; su error radica en la forma de la narración, en el estilo, pues su estructura, que da un mayor énfasis a la problemática de Bates que a la de Marion, resulta más esclarecedora y golpea con mayor fuerza al lector al mostrarle al desnudo las aberraciones de los Bates. La pelí­cula de Hitchcock es estéticamente superior, de un horror psicológico refinado que logra envolver al espectador y que crea un lazo de simpatí­a con los personajes, primero con Marion, luego con Norman, sin detenerse en las banalidades de los personajes secundarios en los que hace tanto énfasis Bloch. Decí­a un viejo crí­tico que el cine jamás alcanzarí­a los niveles del arte que se logran en la literatura, y que era aberrante tratar de adaptar un texto a una serie de imágenes que no contení­an la capacidad de evocación de la palabra; las soberbias escenas de la Psicosis de Hitchcock evidencian con creces que muchas veces la cámara supera a la pluma: y demuestra que el cine posee merecidamente un lugar dentro del arte.

Convertida en fenómeno sociológico por algunos, tachada de vulgar y previsible por otros, Psicosis sigue manteniendo su aura de respetabilidad al cabo de los años y ha sido uno de los pocos filmes que ha inspirado un “remake” -escena por escena-, titulado igualmente Psicosis y estrenado en 1998. Poco conocido por el público común son las fuentes de inspiración de la pelí­cula. Están por supuesto el libro de Robert Bloch y el guión de Joseph Stefano. Pero también hubo casos reales. En 1957 la policí­a investigó la desaparición de una empleada de tienda en Plainfield, Wisconsin. Llegaron a la casa rural de Ed Gein, un hombre de 51 años, y descubrieron una horripilante variedad de huesos humanos y extremidades humanas. Bloch se inspiró en este caso para su novela, provocando avalanchas de protestas de crí­ticos que creyeron que era demasiado para sus sensibilidades.

En esa época un lector de guiones de Paramount rechazó el libro por ser “muy repulsivo para el cine”. Pero, volviendo al cine: ¿Será el sentido de identificación del público una de las pistas para comprender la fascinación que ejerce esta pelí­cula sobre los cinéfilos? Las simpatí­as del espectador pasan de un personaje a otro constantemente, primero con la fugitiva Marion Crane, que ha robado 40.000 dólares y se escapa de la ciudad. El robo, más allá del hecho criminal, traiciona la confianza que en ella depositó su jefe; sin embargo, cuando el policí­a para a Marion en medio de la carretera, todos hacemos fuerza para que no descubra a la bella fugitiva Más tarde, cuando Marion expira en la ducha y su asesino, Norman Bates oculta y limpia todas las evidencias. El periódico, donde Marion ha ocultado el dinero, va al baúl del automóvil de ella; Norman ni sospecha la presencia de dinero ni se molesta en revisar nada. Su crimen tendrá que ser engullido por el pantano. Y ahí­ nuevamente el espectador se tranquiliza cuando el coche termina de hundirse. Ya el dinero no tiene importancia; el oscuro drama psicológico entre Norman y su madre ocupan la escena.


Hitchcock maneja este sentido de identificación del público con personajes de manera magistral, tal y como lo habí­a hecho en Vértigo (1959) tan sólo un año antes. Desde 1919 en que comenzó como ilustrador de tí­tulos en filmes mudos de Jesse Lasky, Hitchcock se curtió en varios oficios cinematográficos: fue montador, guionista, director de arte y asistente de dirección. En Psicosis cada escena es una lección de cinematografí­a, tanto narrativa, como técnica. Desde los tí­tulos de crédito y la entrada en la habitación barata en la que Marion y Sam pasan un corto perí­odo de tiempo, hasta en la verdadera enciclopedia de imágenes que representan los inacabables 45 segundos más horribles de la Historia del Cine que representa el asesinato de Marion en la ducha. Hitchcock intercaló entre los planos breves de distintas partes del cuerpo de la actriz y del agresor envuelto en sombras, otros del cuchillo (siempre entrando desde el lado derecho de la pantalla). El final, con el ojo muerto de Marion, abierto, que se funde con un primerí­simo plano del desagüe de la bañadera, por la cual se escurre la sangre, es una verdadera firma de su autor. Tampoco podemos olvidar la conversación previa en la oficina de Norman, entre él y Marion.

Hitchcock realiza una serie de tomas en la que no sólo el comportamiento de la cámara delata la locura de Norman sino también los decorados que se encuentran detrás de cada personaje dan una idea de sus personalidades. Primero notemos el encuentro entre ambos, en el pasillo. Norman tiene una ventana al lado y se puede ver su reflejo en la misma. ¿Reflejo o doble personalidad? Este tipo de trucos es posible percibirlos a lo largo de toda la cinta. Veamos la siguiente escena a los personajes en la cabaña de Norman, notemos a Marion: ella tiene un cuadro circular detrás, los muebles tienen bordes redondeados, mantillas, son, en una palabra, delicados; usualmente la cámara la toma de frente y su rostro permanece iluminado. En cambio en Norman, los cuadros, los cajones, los muebles, a sus espaldas, son todos rectangulares. Y para peor, cada vez que la cámara lo enfoca, vemos el lateral de su rostro (o sea, vemos una parte de su cara). En ciertas tomas, las aves disecadas por Norman cobran protagonismo, y vemos su rostro coronado por aves y rectángulos, como si estos pájaros estuvieran volando desde su cabeza tras esta escena no se puede decir que Hitchcock no avisó a sus espectadores que Norman no estaba cuerdo.

Criticada fuertemente al momento de su estreno y tachada de “demasiado terrorí­fica” (en un momento en que los crí­ticos no daban relevancia al cine de géneros), Psicosis y su “hermana” Peeping Tom (El fotógrafo del pánico), de Michael Powell (1960), dieron origen a una legión de imitadores en los años 60, hasta productos posteriores como Halloween (Noche de brujas, de John Carpenter, 1978), que es un gran homenaje, en varios sentidos, al clásico de Hitchcock y la serie de secuelas que durante los años 80 se filmaron sobre Psicosis, alguna de ellas dirigida por el propio Anthony Perkins.

Psicosis es probablemente una de las mejores pelí­culas de terror de todos los tiempos. Y sin lugar a dudas, uno de los hitos de la técnica cinematográfica. Son muchos los que piensan que Psicosis es la obra maestra de Alfred Hitchcock. Y es que, son pocas las pelí­culas que logran alcanzar un clí­max de inquietud, espanto e intriga equiparable al de Psicosis. Desde el primer hasta el último minuto te mantiene en suspense, incómodo y tenso.

La pelí­cula esta basada en la novela homónima de Robert Bloch. Dicha novela cuenta la historia de un psicópata asesino de Wisconsin llamado Edward Gein. Pues bien, poco después de publicar la novela el agente de Bloch le comunicó que alguien de la MCA estaba dispuesto a ofrecerle 9.500 dólares por los derechos cinematográficos. Bloch aceptó el acuerdo sin saber que Hitchcock era el que andaba detrás. Hitchcock entregó el texto a Robert P. Cavanagh, uno de sus colaboradores en las series de TV, para que elaborara un buen guión. Sin embargo, el trabajo de Cavanagh no acabó de gustarle al director que consideraba que varios elementos claves la historia se perdí­an. Por lo que, poco después se lo hizo llegar a Joseph Stefano que reestructuró el guión y lo dejó a gusto del maestro del suspense.

Por aquel tiempo Hitchcock tení­a contrato en vigor con la Paramount Pictures. Pero cuando los responsables del estudio supieron que la pelí­cula pretendí­a ser rodada en blanco y negro alegaron que no disponí­an de espacio en sus estudios. Pretendí­an de este modo que Hitchcock cambiara de planes. En respuesta, el director decidió alquilar los estudios de la Revue-Universal Studios donde vení­a realizando sus producciones para TV hasta entonces. Y así­, a finales de noviembre de 1959 comenzó el rodaje.


Psicosis es una pelí­cula que rompí­a con muchos convencionalismos establecidos hasta entonces. Y no sólo eso sino que marcó la pauta dentro del género de terror hasta el punto de ser considerada por muchos como su paradigma.

En la historia todo es inquietante. Desde el mismí­simo comienzo se nos va dando a entender que algo horrible va a suceder… El poder de sugestión que consigue gracias a la música y a los efectos técnicos es sorprendente: la voz en off, los primeros planos del dinero y del ojo de Norman, las tomas cenitales de la señora Bates, los fundidos, la caí­da de Arbogast… Y es que, pocas pelí­culas pueden presumir de aglutinar tanta técnica cinematográfica.

La escena de la ducha, la más famosa del filme y una de las más famosas de la historia del cine, requirió el trabajo de siete dí­as de rodaje. La cámara llego a filmar desde 70 ángulos diferentes. Mención aparte merece el “McGuffin”, un invento cinematográfico de Hitchcock consistente en centrar la atención sobre una trama u objeto que en un primer momento parecen capitales para el desarrollo de la historia pero que luego se desvanecen con la consiguiente sorpresa por parte del espectador.

En cuanto a los actores, cabe destacar a Janet Leigh y a Martin Balsam, y especialmente a Anthony Perkins, que clava el papel a la perfección. Años después protagonizó la secuela del filme, esta vez de la mano de Richard Franklin. Su personaje es inquietante desde el primer momento que aparece en pantalla…

Pues bien, a pesar de todo, Psicosis no alcanzó ni un solo Oscar. Recibió 4 nominaciones, entre otras a mejor director y a mejor actriz secundaria, pero no llegó a ganar nada. Casos como éste demuestran que los Oscars de Hollywood no son un factor del todo fiable a la hora de valorar una pelí­cula. Que Psicosis no fuera ni siquiera nominada a mejor pelí­cula… tiene delito. En cualquier caso, cabe señalar que compitió con otras pelí­culas extraordinarias como El apartamento, Los siete magní­ficos, Éxodo, El Álamo o Espartaco.

No obstante, el tiempo la ha puesto en su lugar para los aficionados al cine. Una gran pelí­cula, una obra maestra que no envejece con el tiempo, un auténtico hito del cine.

28 mar 2012

Hitchcock vuelve a la gran pantalla en alta definición



Cines Verdi (Madrid y Barcelona) presentan una ocasión única para poder disfrutar de cuatro obras maestras del cine de suspense de Alfred Hitchcock. Las filmaciones estarán a disposición del gran público en calidad visual de alta definición. Las películas elegidas para proyectarse son especialmente conocidas y emblemáticas se trata de: Psicosis (1960), Los pájaros (1963), Vértigo (1958) y Con la muerte en los talones (1959) y estarán expuestas a partir del día cuatro de abril. 

Un aliciente más es que los pases serán en versión original subtitulada para no perder los detalles originales de la filmación y hay que puntualizar que el tiempo que estará en la gran pantalla será limitado y no se tiene constancia hasta cuando se podrá disfrutar de estos clásicos, por lo que animo a todo el que esté interesado a acudir lo más pronto posible a los cines Verdi para no perder esta oportunidad que hará las delicias de todos los cinéfilos y que también ofrecerá la posibilidad de conocer la obra del gran director Alfred Hitchcock a las nuevas generaciones. 

Para más información visitar la web de Cines Verdi

25 mar 2012

'Los pájaros' de Hitchcock volaron en 1963

Cartel de la película Los pájaros de Alfred HitchcockEl HITOS DEL CINE de la semana se lo dedicamos al maestro Alfred Hitchcock y a una de sus obras más sobresalientes, Los pájaros, de 1963, basada en el relato homónimo de Daphne Du Maurier.

Melanie (Tippi Hedren), una joven rica y snob de la alta sociedad de San Francisco, conoce casualmente en una pajarería al abogado Mitch Brenner (Rod Taylor), que ha ido a comprar un regalo de cumpleaños para su hermana Kathy (Veronica Cartwright). Mitch, que conoce por la prensa la alocada vida de Melanie, la trata despectivamente y se va de la tienda dejándola bastante irritada. Ella, que no está acostumbrada a que la traten así, encarga unos periquitos y los lleva a casa del abogado, pero Mitch se ha ido a pasar el fin de semana a casa de su madre. Entonces, Melanie decide ir a Bodega Bay y presentarse en casa de los Brenner con el pretexto de regalar los periquitos a Kathy. En cuanto ella llega, los pájaros, enloquecidos, empiezan a atacar salvajemente a los habitantes del lugar. La situación se agrava a medida que avanzan las horas.

Los pájaros provoca en el espectador una gran necesidad de saber, invita a hacerse preguntas tan básicas, y a veces tan complicadas de contestar, como el porqué de las cosas y, en este caso concreto, el porqué del comportamiento de las aves.

La historia utiliza a los pájaros como protagonistas cargados de contenido simbólico, como augurio de mala suerte, de desgracia, al igual que ocurre en otras obras del director como Psicosis. Ambas películas pueden encuadrarse en el terror puro, aunque en el caso de Los pájaros el miedo está producido en el exterior, es miedo a lo desconocido, a lo incontrolable.

Escena de la película Los pájaros de Alfred Hitchcock


El ser humano, el supuesto controlador del mundo, queda desprovisto del poder de sus normas y de sus esquemas para entender la realidad, dejando al descubierto su vulnerabilidad ante la naturaleza y el azar. Ni los personajes de la historia ni el espectador pueden explicar de manera lógica el transcurso de los acontecimientos.

Es importante resaltar que Hitchcock utiliza como aves protagonistas a animales típicos del lugar, como gaviotas, cuervos y gorriones. Los únicos pájaros exóticos que aparecen en el film son los periquitos que compra Melanie, y el comportamiento de los animales es, en todo momento, el natural para su especie, por lo que podemos pensar que el director quiere resaltar que las amenazas que nos acechan, por lo general, no proceden de lo desconocido, sino de lo más cotidiano.

También cabe otra interpretación si tenemos en cuenta que periquito en inglés es lovebird. Puede que esta pareja de aves represente la esperanza frente al caos ocasionado por el resto de pájaros.

En definitiva, Hitchcock demuestra una vez más su maestría a la hora de hacer cine con esta película a la que se le pueden dar mil y una interpretaciones y que mantiene al espectador en tensión desde el principio al fin, quizá inmerso en la historia, quizá perdido en preguntas que nadie es capaz de responder.

23 oct 2011

'Desayuno con diamantes', de 1961

Cartel de Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's), de 1961, encuadrada en el género de la comedia romántica y dirigida por Blake Edwards; es sin duda un HITO DEL CINE y en Making Of le rendimos homenaje ya que el pasado 5 de octubre se cumplieron 50 años de su rodaje.

Protagonizada por la gran Audrey Hepburn, musa del director de suspense Alfred Hitchcock, y por George Peppard, Su reparto de actores secundarios también merece mención entre los que estaban Patricia Neal, Martin Balsam, Mickey Rooney y José Luis de Vilallonga.

Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards

El film es una adaptación libre de la novela homónima de Truman Capote y su banda sonora fue compuesta por Henry Mancini en la que podemos encontrar la famosa canción Moon River, escrita por Johnny Mercer.

Algo a destacar es la repetitiva colaboración cómica de Mickey Rooney como irascible vecino japonés y la breve participación del escritor y aristócrata español José Luis de Villalonga como millonario brasileño.

Mickey Rooney, chino irascible, en Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards

En la edición de los premios Óscar de 1961 fue premiada en las categorías Mejor canción (Moon River, de Johnny Mercer y Henry Mancini) y Mejor banda sonora (Henry Mancini), y nominada a la Mejor actriz (Audrey Hepburn), Mejor dirección artística (Hal Pereira, Roland Anderson, Sam Comer y Ray Moller) y Mejor guión adaptado (George Axelrod).

Vamos con el argumento:

Holly Golightly (Audrey Hepburn) es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida cómoda y alegre. Es una aspirante a actriz alocada y disconforme que tiene un comportamiento bastante extravagante. Una de sus costumbres es desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffany's viendo sus diamantes cuando necesita recuperar su autoestima. Un día se muda a su edificio Paul Varjak (George Peppard), un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer un tanto mayor. Éste conoce a Holly y comienzan una relación inestable.

Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes, de 1961, de Blake Edwards

Desde Making Of la recomendamos por su elegancia y su risa asegurada, obra que nos muestra otra perspectiva de la "Gran Manzana".

14 ago 2011

El 'film noir' al descubierto

El film noir al descubiertoEsta semana Hitos del Cine no solo se centrará en desmembrar una de esas películas memorables que nos ha dejado la gran pantalla, sino que ofrecerá un pequeño recorrido por un amplío abánico muy desconocido para la gran mayoria. Hoy, esta sección de nuestro blog quiere dar importancia a uno de los primeros géneros cinematográficos que ha dado mucho que hablar a lo largo de la historia y ha dejado innumerables títulos de películas, se trata del cine negro o también conocido como el film noir.

A mediados de los años 40 el crítico francés Nino Frank, le daba nombre a uno de los géneros más inclasificables del Hollywood clásico, el film noir o también conocido como el cine clásico. Es un concepto polémico hasta el día de hoy pues los expertos son incapaces de definir los límites de este tipo de cine como género estilo o movimiento. Es más, la crítica se encuentra dividida entre los que consideran al cine negro como una corriente anclada en un momento y un lugar determinado de la historia y de la producción cinematográfica del Hollywood de los años 40 y 50 y los que consideran que el estilo ha ido adaptándose a los tiempos y a las nuevas técnicas. Consideraremos como cine genuinamente negro las películas del período clásico.

El halcón maltés, con Humphrey BogardLa inseguridad resultante de la Segunda Guerra Mundial, el inicio de la Guerra Fría y las secuelas de la Gran Depresión fueron los factores históricos más influyentes a la hora de representar una sociedad violenta, cínica y corrupta dentro de un ambiente de pesimismo fatalista retratado en las películas negras, siendo estas un reflejo de la sociedad estadounidense de la época. La Segunda Guerra Mundial tuvo un segundo efecto vital para el nacimiento del género. Muchos directores alemanes y europeos se vieron exiliados por la Alemania Nazi, la mayoría de ellos pertenecían al movimiento expresionista alemán y no tardaron en plasmar la construcción plástica característica de ese movimiento en el cine hollywodiense. Además, cierta influencia neorrealista y del realismo poético francés ayudaron a crear su característica estética visual. Su construcción formal está cerca del Expresionismo. Se emplea un lenguaje elíptico y metafórico donde se describe la escena caracterizada por una iluminación tenebrosa en claroscuro, escenas nocturnas con humedad en el ambiente y se juega con el iluso de sombras para exaltar la psicología del personaje. Si a todos estos factores le añadimos la gran influencia de las películas de terror y de gánster de los años 30 nos encontramos con un género complejo e indefinible.

Sed de mal, con Charlton Heston, Janet Leigh y Orson Welles1941 es la fecha oficial en la que el cine negro surge como tal. El halcón maltés nos descubre un mundo plagado de detectives privados, policías de moral dudosa, letal “femmes fatales”, poderosos magnates de vicios ocultos, delincuentes profesionales y ciudadanos corrientes súbitamente situados al margen de la ley por un mal paso. Arquetipos de antihéroes que gozaron de un notable éxito durante la década de los 40 y 50. Durante 17 años, estos sombríos personajes han protagonizado un buen número de películas entre los que destacan Billy Wilder, La perdiciónEl crepúsculo de los dioses, Fritz Lang, La mujer del cuadro, Alfred Hitchcock, Orson Welles, incluso el gran director Stanley Kubrick, que se iniciaría en el cine con la película negra Atraco Perfecto.

Sería en 1958 la fecha señalada como oficial para poner punto final al género negro propiamente dicho. Orson Welles con Sed de Mal pondría un excelente punto y final al periodo negro clásico. Pese a ello, la influencia del film noir se extiende hasta nuestros días y podría hablarse de un estilo neonoir que tomaría elementos del cine negro clásico pero que trata temas con contenidos actuales y estéticamente se observa elementos que estuvieron ausentes en las películas de cine negro de los años 40 y 50. Producciones como Blade Runner, Memento, Chinatown, Dark City o Terciopelo Azul presenta características propias de este género logrando así trascender de su propio tiempo y espacio llegando hasta nuestros días.

5 jul 2011

Muere la actriz Anna Massey víctima de un cáncer

La actriz británica Anna Massey, fallecida a causa de un largo cáncerUna de las actrices británicas más veteranas, Anna Massey, conocida por sus papeles secundarios como solterosa solitaria, se despide para siempre a los 73 años tras una larga batalla contra el cáncer.

Massey debutó con 17 años en los escenarios. Trabajó en 114 títulos, entre trabajos televisivos y cinematográficos de los cuáles destaca la película Frenesí de Alfred Hitchcock. También participó en los films Posesión, junto a Gwyneth Paltrow, y, en la adaptación del clásico de Oscar Wilde, La importancia de llamarse Ernesto.

Su trayectoria muestra una gran actividad en el teatro y la televisión de Gran Bretaña, por la que ganó varios premios.

Ganó el premio BAFTA en 1986 por su papel en la adaptación televisiva de la novela de Anita Brookner, Hotel du Lac.

En 2004, se le otorgó el título de "Comandante del Imperio Británico", una condecoración de la reina Isabel II en reconocimiento a su trabajo en la interpretación.

Massey contrajo matrimonio con el actor de Sherlock Holmes, Jeremy Brett, aunque su relación sólo duró cuatro años, desde 1962. Conoció a su segundo marido, el científico ruso Uri Andres, 27 años más tarde.



D.E.P.



Trabajos destacados:
  • Los crímenes de Oxford (2008)
  • La importancia de llamarse Ernesto (2005)
  • El maquinista (2004)
  • Una cama a cualquier precio (2002)
  • La importancia de llamarse Ernesto (2002)
  • Posesión (2002)
  • Locas, Mad Cows (1999)
  • David Copperfield (1999)
  • Mansfield Park (1999)
  • Capitán Jack (1998)
  • Driftwood (1996)
  • Mi dulce ángel (1996)
  • Ángeles e insectos (1995)
  • Las montañas de la Luna (1990)
  • El día después de la feria (1987)
  • Un tipo raro (1986)
  • La chica del tambor (1984)
  • Otro país (1984)
  • Cinco días, un verano (1983)
  • Un pequeño romance (1979)
  • Frenesí (1972)
  • De Sade (1969)
  • El rapto de Bunny Lake (1965)
  • El fotógrafo del pánico (1960)


Anna Massey junto a Alfred Hitchcock en el rodaje de FrenesíAnna Massey, junto al director Alfred Hitchcock,
en el rodaje de Frenesí (1972)



Otras entradas de Revista Making Of