Mostrando entradas con la etiqueta Orson Welles. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Orson Welles. Mostrar todas las entradas

9 ago 2013

Aparece en Italia la primera película de Orson Welles

Aparece en Italia la primera película de Orson Welles

En un almacén de Pondenone, Italia, se ha encontrado la primera película profesional de Orson Welles, Too Much Jonhson, que el director rodó en 1938. El film se dio por perdido durante muchos años, se creyó que había sido pasto de las llamas tras el incendio en la casa que el cineasta tenía en Madrid en 1970.

29 sept 2012

'Ciudadano Kane' (1941), de Orson Welles

Esta semana os presentamos una de las películas para periodistas debido a su lenguaje, es nuestro HITOS DEL CINE. Welles, casi sin proponérselo, hizo una dura denuncia de la penosa praxis de los periodistas, de la falta de escrúpulos de sedientos empresarios que olvidan que el periodismo es un servicio al ciudadano con el fin de obtener más dinero a través del falseamiento o maquillaje de la realidad o de la creación malévola de opinión pública. Saben que las personas se suelen creer todo lo que los medios les diga, y a través de ellos quieren manipularlos para que piensen como ellos.

Ciudadano Kane es una biografía, la de un personaje público que muere pronunciando una enigmática palabra con sus labios. A partir de la investigación de un periodista, que trata de averiguar el significado de la palabra misteriosa, se reproducen una serie de pequeños recuerdos sobre la vida de Kane de las personas más cercanas a él, los cuales dibujan un retrato más bien difuso de la personalidad del magnate. El periodista se dedica a buscar la verdad mediante estas entrevistas.

Cinco narradores se encargan de desnudar el personaje de Kane a través de flashbacks sin conseguirlo: Thatcher, Bernstein, Leland, Susan y el mayordomo. Antes de éstos, un noticiario cinematográfico que informa de la muerte de Kane ayuda al espectador a situar los hechos y personajes que a continuación serán narrados. Lo más paradójico de la película es que ninguno de los personajes logra aportar luz al misterio, y sólo el espectador conocerá al final de la historia, su amargo secreto, el verdadero significado de Rosebud. Aún así, Kane es un personaje lejano para el espectador. El distanciamiento del actor hacia su propio personaje es una de las características del estilo de Welles, tanto en su labor como director y actor teatral como cinematográfico. La dama de Shanghai (1948) es uno de los ejemplos posteriores que más críticas recibió en cuanto a este estilo interpretativo. Pero el cine funcionaba como fuente de evasión, y la gente necesitaba en aquellos momentos sentirse identificada con unos héroes más o menos estereotipados a los cuales poder amar u odiar. Kane era demasiado complejo y distante y su alma era demasiado sombría y extraña para poder ser comprendida y compadecida.

Imagen de 'Ciudadano Kane' (1941) de Orson Welles. Una película para periodistas. Making Of. Cine


Además del personaje de Kane y la difícil empatía hacia él, había en el film muchos otros aspectos demasiado innovadores para ser valorados en su justa medida. A Welles le gustaba jugar con la capacidad de anticipación del espectador. Ciudadano Kane tiraba a la basura cualquier previsión sobre el desarrollo de la trama. Con un inicio que más tiene que ver con las películas de misterio que con un retrato biográfico, el film utiliza un discurso inicial que hacía prever el desarrollo de una trama convencional de suspense. De repente, y una vez Kane muere y pronuncia su último suspiro, un noticiario cinematográfico inunda la pantalla de luz y dinamismo, contraponiéndose a la iluminación y a la estética expresionista inicial y sacudiendo al espectador en su butaca. El público se veía obligado a resituarse y puede que este esfuerzo no guste demasiado. Tras el estilo vertiginoso y claramente influenciado por los informativos cinematográficos y, sobre todo, por el medio radiofónico, el cual Welles conocía a la perfección, el noticiario que había roto con el misterio inicial se rompía a su vez de manera no menos violenta y dejaba la pantalla en blanco, dejando al descubierto entonces que se trataba de una proyección dentro de la propia del film. Se producía pues una metalepsis, en la que el discurso anterior se convertía en una doble ficción, para el espectador real y también para unos espectadores ficticios que dentro del film, asisten a la proyección del noticiario. El colmo se produce cuando, tras este caótico planteamiento, el desarrollo de la acción discurre a través de una serie de flashbacks que no aportan apenas nada en la investigación del pobre periodista.


25 dic 2011

'El mercader de Venecia' (2004)

Cartel de la película El mercader de Venecia, de 2004El mercader de Venecia es una comedia escrita por William Shakespeare entre los años 1594 y 1597, pero no sería publicada hasta el año 1600. Esta obra llegó a la gran pantalla gracias a la ayuda ofrecida por el cineasta Michael Radford y hoy Making Of en este ambiente navideño, quiere rendir un pequeño homenaje a uno de los escritores ingleses más prestigiosos que se ha mantenido vigente a lo largo de la historia y también a Al Pacino por una actuación tan brillante que roza la perfección.

Esta película, que recibe el mismo nombre que la obra del escritor inglés, es la primera adaptación de la obra de Shakespeare aunque ya se realizaron adaptaciones para la televisión como la que protagonizó y escribió Orson Welles en el año 1969. Con escenarios en Luxemburgo y en Venecia, El mercader de Venecia fue nominada como mejor película de la Unión Europea en los Premios David Donatello.

La trama de este largometraje se desarrolla en la Venecia del año 1956, tras la Reforma Protestante y el Concilio de Trento, en una etapa de gran efervescencia religiosa. Esta comedia con un ligero toque de humor, convierte en títeres a un grupo de hombres de alta alcurnia cuyo destino estará en manos de un prestamista. La historia comienza cuando Antonio, interpretado por Jeremy Irons, pide a un prestamista tres mil ducados para ayudar a su amigo Bassanio para que pueda conquistar a su amada, Porcia, interpretada por Lynn Collins. Shylock, el usurero judío que es interpretado por Al Pacino, presta a Bassanio el dinero con la condición de que si existe demora en el pago del préstamo, Antonio tendrá que pagar la deuda con una libra de carne de su cuerpo. Los negocios de ultramar de Antonio se ven truncados y Shylock reclama que se pague la deuda según las condiciones que pactaron en el acuerdo. Solo un avispado abogado podrá a ayudar a Antonio ante la justicia.

Al Pacino en una de las escenas de la película El mercader de Venecia

Lo más fascinante de Shakespeare no es la hondura de sus caracteres, ni la belleza de sus versos, sino la extrema modernidad de sus obras. En El mercader de Venecia hay amor, hay filosofía, hay intriga, hay política, hay pasión, hay misterio, hay denuncia y hay erotismo. Y todo ello está en la versión de Michael Radford, que ha querido resaltar el drama del judío Shylock, que incluso en un estado tan respetuoso con la ley como la Venecia Renacentista, no consigue justicia ni respeto.

Aunque el film a veces se hace algo lento, el haber conservado intactos los versos de Shakespeare, hace que el conjunto sea un placer para los sentidos. La ambientación, iluminación y fotografía son notables. Las interpretaciones están a la altura de las circunstancias, y puedo decir que nada mejor que la sensibilidad de Al Pacino para recitar aquel verso que dice: “Si nos herís, ¿no sangramos?; si nos envenenáis, ¿no morimos?; si nos agraváis, ¿no debemos de clamar venganza?”

14 ago 2011

El 'film noir' al descubierto

El film noir al descubiertoEsta semana Hitos del Cine no solo se centrará en desmembrar una de esas películas memorables que nos ha dejado la gran pantalla, sino que ofrecerá un pequeño recorrido por un amplío abánico muy desconocido para la gran mayoria. Hoy, esta sección de nuestro blog quiere dar importancia a uno de los primeros géneros cinematográficos que ha dado mucho que hablar a lo largo de la historia y ha dejado innumerables títulos de películas, se trata del cine negro o también conocido como el film noir.

A mediados de los años 40 el crítico francés Nino Frank, le daba nombre a uno de los géneros más inclasificables del Hollywood clásico, el film noir o también conocido como el cine clásico. Es un concepto polémico hasta el día de hoy pues los expertos son incapaces de definir los límites de este tipo de cine como género estilo o movimiento. Es más, la crítica se encuentra dividida entre los que consideran al cine negro como una corriente anclada en un momento y un lugar determinado de la historia y de la producción cinematográfica del Hollywood de los años 40 y 50 y los que consideran que el estilo ha ido adaptándose a los tiempos y a las nuevas técnicas. Consideraremos como cine genuinamente negro las películas del período clásico.

El halcón maltés, con Humphrey BogardLa inseguridad resultante de la Segunda Guerra Mundial, el inicio de la Guerra Fría y las secuelas de la Gran Depresión fueron los factores históricos más influyentes a la hora de representar una sociedad violenta, cínica y corrupta dentro de un ambiente de pesimismo fatalista retratado en las películas negras, siendo estas un reflejo de la sociedad estadounidense de la época. La Segunda Guerra Mundial tuvo un segundo efecto vital para el nacimiento del género. Muchos directores alemanes y europeos se vieron exiliados por la Alemania Nazi, la mayoría de ellos pertenecían al movimiento expresionista alemán y no tardaron en plasmar la construcción plástica característica de ese movimiento en el cine hollywodiense. Además, cierta influencia neorrealista y del realismo poético francés ayudaron a crear su característica estética visual. Su construcción formal está cerca del Expresionismo. Se emplea un lenguaje elíptico y metafórico donde se describe la escena caracterizada por una iluminación tenebrosa en claroscuro, escenas nocturnas con humedad en el ambiente y se juega con el iluso de sombras para exaltar la psicología del personaje. Si a todos estos factores le añadimos la gran influencia de las películas de terror y de gánster de los años 30 nos encontramos con un género complejo e indefinible.

Sed de mal, con Charlton Heston, Janet Leigh y Orson Welles1941 es la fecha oficial en la que el cine negro surge como tal. El halcón maltés nos descubre un mundo plagado de detectives privados, policías de moral dudosa, letal “femmes fatales”, poderosos magnates de vicios ocultos, delincuentes profesionales y ciudadanos corrientes súbitamente situados al margen de la ley por un mal paso. Arquetipos de antihéroes que gozaron de un notable éxito durante la década de los 40 y 50. Durante 17 años, estos sombríos personajes han protagonizado un buen número de películas entre los que destacan Billy Wilder, La perdiciónEl crepúsculo de los dioses, Fritz Lang, La mujer del cuadro, Alfred Hitchcock, Orson Welles, incluso el gran director Stanley Kubrick, que se iniciaría en el cine con la película negra Atraco Perfecto.

Sería en 1958 la fecha señalada como oficial para poner punto final al género negro propiamente dicho. Orson Welles con Sed de Mal pondría un excelente punto y final al periodo negro clásico. Pese a ello, la influencia del film noir se extiende hasta nuestros días y podría hablarse de un estilo neonoir que tomaría elementos del cine negro clásico pero que trata temas con contenidos actuales y estéticamente se observa elementos que estuvieron ausentes en las películas de cine negro de los años 40 y 50. Producciones como Blade Runner, Memento, Chinatown, Dark City o Terciopelo Azul presenta características propias de este género logrando así trascender de su propio tiempo y espacio llegando hasta nuestros días.

Otras entradas de Revista Making Of