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10 mar 2013

'Big Fish': Una fantasía hecha realidad


Imagen oficial de 'Big Fish'
Entrar en el universo de Tim Burton exige el beneplácito del espectador para aceptar todas las licencias que el mundo de la fantasía impone. Y sin embargo, eso no significa que la realidad mostrada sea menos veraz. Lo que sucede es, simplemente, que se acerca a la vida desde la imaginación, extrayendo toda la verdad que pueda encerrar y reflexionando bajo una aparente superficialidad.

Ahora, el director de Eduardo Manostijeras centra su atención en las relaciones entre Will Bloom y su padre Ed, que pasa sus últimas horas con un cáncer terminal. Hace años que no se hablan porque Will no le perdona que nunca le haya dicho la verdad sobre su vida, que desde niño sólo le haya contado cuentos, entretenidos pero falsos. Al hilo de esos cuentos, vamos conociendo la peculiar infancia de Ed, su encuentro con el gigante y su paso por el circo, o cómo conoció a la mujer de su vida y las penalidades que hubo de superar para ganarse su amor; también asistimos a su alistamiento en el ejército y al descubrimiento de las siamesas, a sus relaciones con la misteriosa niña ya crecida del pueblo de Spectro o a la visión de su propia muerte en el ojo de cristal de una bruja.

El espectador de Big Fish asiste con placer y diversión a un cuento de dos horas en el que su director nos habla de la vida, no de una manera cruda, precisa y objetiva, sino con todo el encanto de los cuentistas, con el mismo amor con que Ed se la ha ido presentando a su hijo y a cuantos se ha encontrado en su camino; a todos emociona y atrapa con sus alucinantes historias, porque su mirada es amable y positiva, porque deja ver un espíritu generoso y lleno de ambición que le llevó de joven a abandonar su pueblo, para crecer como el pez gordo de su cuento favorito. Pero, en realidad, ese ensanchamiento de sus horizontes vitales no es sólo ejercicio de una imaginación desbordante, sino de un corazón grande que le ha llevado a rodearse de amigos con un sentido de servicio admirable. El desenlace se nos presenta con dos finales que son uno solo, porque realidad y ficción se confunden hasta identificarse: es una doble escena –una en clave fantástica y otra más real– llena de lirismo y ternura, plenamente consecuente con toda la lógica de la película.

En esta singular comedia, Burton sabe conjugar con acierto momentos dramáticos con otros llenos de romanticismo y ternura, situaciones mágicas y surrealistas con otras entrañablemente humanas. Lo hace con un estilo nada convencional, con audaces rupturas temporales y de trama, con una estética visual colorista heredera del surrealismo fantástico y del cine de animación, con una música pop de aires expansivos, con el sello de la literatura de Andersen o de Roald Dahl, y con unos personajes extravagantes pero entrañables, interpretados con frescura especialmente por Ewan McGregor y Albert Finney en sus respectivos papeles de Ed como joven y anciano.

Una fábula sobre la vida y la abnegación en el amor, sobre la amistad y el espíritu de servicio. Una odisea emocional en la relación padre/hijo y una defensa de la fidelidad matrimonial. Una manera inteligente y con su dosis de humor para diseccionar una sociedad sin alegría ni horizontes espirituales. Una bocanada de aire fresco, de humanismo y optimismo, que se presenta como una ma-nera amable de entender la existencia, abiertos a la magia del amor –también a la trascendencia–, sin los tintes trágicos ni fatalistas de tantas otras películas de la temporada.

2 dic 2011

Marion Cotillard al descubierto

Imagen de Marion Cotillard

Nuestro FILMA2 de esta semana se lo dedicamos a la actriz francesa de ojos grises que es capaz de eclipsar la atención de sus espectadores en cada una de sus interpretaciones, Marion Cotillard. Nació en París en 1975 y su educación quedó impregnada de la bohemia que se respiraba en esa época en los barrios parisinos. Su padre, Jean-Claude Cotillard, actor y realizador y su madre, Niseema Theillaud, actriz y profesora de arte dramático, fueron los principales referentes en la formación de Marion Cotillard como actriz.

Marion Cotillard en una campaña publicitaria
Desde niña, comenzó realizando pequeñas colaboraciones en producciones cinematográficas donde intervenían sus padres. Con 19 años de edad, la actriz parisina que ya había colaborado en distintas series de televisión, fue galardonada con el Premio de Arte Dramático en el Conservatorio de Orléans y además, rodó su primera película que recibe el título de L' historie du garçon qui voulait qu'on l'embrasse. Esta película, a pesar de no obtener un gran éxito en la cartelera, dio el pistoletazo de salida a una infinidad de películas que constituyen una filmografía sólida para un actriz que se encuentra en el momento más álgido de su carrera.

En 1996, Marion Cotillard rodó Comment je me suis dispute... (ma vie sexuelle) y Planeta libre, una comedia futurista que logró conseguir captar la atención de Gérard Pirés, director cinematográfico que ofreció a la actriz francesa protagonizar, Taxi, película producida y realizada por el cineasta francés, Luc Besson, el mejor apoyo que ha podido tener Marion Cotillard en su carrera como actriz. Por su interpretación en esta película fue nominada al Premio César como Mejor Actriz Revelación alcanzando el punto de inflexión en su carrera profesional.

El año 2003 fue la fecha clave para Marion Cotillard ya que fue en este año cuando le llegó a sus manos la primera oferta para participar en una producción cinematográfica estadounidense. Nada más y nada menos que fue Tim Burton el encargado de ofrecer a Marion interpretar un pequeño papel en su película Big Fish, lo que permitió codearse con actores de Hollywood, aunque en un primer momento, Marion Cotillard mostró un gran desinterés por el mercado estadounidense.

Escena de Marion Cotillard en La Vie en Rose
El momento más álgido de su carrera como actriz lo consiguió cuando Olivier Dahan, director de proyectos cinematográficos como Los ríos de color Púrpura, le ofreció interpretar a Edith Piaf en un biopic sobre su vida que recibiría el título de La vida en Rosa. La mímesis que consiguió la actriz con esa gran cantante de voz única fue absolutamente asombroso consiguiendo un merecido reconocimiento por parte del público y de la crítica. En vítores y ovaciones, Marion Cotillard por su interpretación de Edith Piaf fue galardonada con el Premio a la Mejor Actriz Revelación en el Festival de Cannes, Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Vancouver, el Premio Satellite Award, el Premio César, el Premio EFA, el Premio BAFTA, el Globo de Oro, una ovación de 15 minutos en Berlín y un merecidísimo Óscar a la Mejor Actriz Protagonista, convirtiéndose así en una de las pocas actrices francesas en conseguir el Óscar como Mejor Actriz en una Película de habla no inglesa.

Esta actriz francesa casi acumula en su curriculum filmográfico la misma cantidad de películas que años tiene. A sus 36 años, ha participado en 35 películas, 7 cortometrajes y ha participado en 5 series de televisión. Medianoche en París, Contagio, Pequeñas mentiras sin importancia, Enemigos Públicos son algunos de los últimos trabajos en los que hemos podido ver a la actriz parisina. Marion Cotillard sigue sumando películas a su filmografía y pronto la veremos en el nuevo proyecto de Christopher Nolan, The Dark Knight Rises que no se espera que se estrene en nuestras pantallas hasta el próximo año.


23 abr 2011

Tim Burton

FILMA2 del director de cine de Hollywood Tim BurtonEl FILMA2 de esta semana va dedicado a Tim Burton, director, escritor, productor y diseñador estadounidense, y a su particular visión del mundo.

Nació el 25 de agosto de 1958 en California y durante su infancia demostró ser un niño abstraído, tímido y extraño fascinado por las historias de Edgar Allan Poe y Charles Dickens. También estaba muy influenciado por el cine de terror y de ciencia-ficción de la época.

Creció atraído por el mundo artístico y convencido de que podría ponerle su sello personal, un tanto siniestro, por lo que ingresó en el Instituo de Artes Gráficas de California y se centró, principalmente, en el ámbito de la animación.

Paradójicamente, su primer trabajo lo consiguió con la compañía Disney, incorporándose al equipo de Tod y Toby y, posteriormente, colaborando en un nuevo proyecto: Taron y el caldero mágico. Digo paradójicamente porque a priori, el estilo de Disney poco tiene que ver con el estilo gótico y oscuro al que estamos acostumbrados a ver en las obras de Tim Burton. Pero la experiencia no resultó satisfactoria, al parecer, para ninguna de las dos partes, pues Disney no llegó a entender los diseños del joven Burton y éstos fueron desechados casi en su totalidad.

Era gran admirador del actor Vincent Price y, como tal, le había escrito un poema con el género de microrrelato infantil. Tom Wilhite financió la reconversión del poema en cortometraje y así, Burton colaboró con animadores especializados en Stop motion para producir este corto, narrado por el propio Price, en blanco y negro y de cinco minutos de duración que fue alabado por la crítica especializada de la época. Aún así, Disney no quiso comercializarlo.

Su primer largometraje fue La gran aventura de Pee-Wee, en 1985. Tres años después llegó Beetlejuice, una comedia de humor negro basada en el excéntrico fantasma que da nombre a la película que se hizo con un Oscar en la categoría referida al maquillaje de los personajes.

Con Eduardo Manostijeras, en 1990, podemos decir que la carrera de Tim Buton despegó por completo. Esta película es considerada por la mayoría de sus seguidores, como la mejor obra del cineasta, donde lleva su visión de las cosas al límite, presentando una estética única e irrepetible. Para el film contó con Johnny Depp en el papel de Eduardo y con Vincent Price, con el que había entablado una gran amistad desde que le escribió el poema.

Tras el éxito del largometraje, Depp se ha convertido en un rostro muy habitual cuando se habla de proyectos de Tim Burton, y podemos verlo en otras películas como Ed Wood (1994), Sleepy Hollow (1999), Charlie y la fábrica de chocolate, Sweeney Todd (2008) y Alicia en el país de las maravillas (2010).


Otros títulos de su filmografía son:

  • Batman (1989)
  • Batman Returns (1992)
  • Pesadilla antes de Navidad (1993)
  • Batman Forever (1995)
  • Mars Attacks! (1996)
  • El planeta de los simios (2001)
  • Big Fish (2003)
  • La novia cadáver (2005)


En cuanto al estilo artístico que plasma en sus obras, Tim Burton tiene unas características muy marcadas. El tipo de cine que recrea es, en general, oscuro y surrealista, con personajes de características extremas (demasiado altos, demasiado delgados, demasiado bajos...). Tiende a introducir en sus obras todo tipo de elementos góticos y utiliza dos paletas de color, principalmente: una siniestra, donde predominan los negros, grises y rojos; y otra fantástica, donde predominan los tonos pastel y los colores primarios.

Si hablamos de premios, Alicia en el país de las maravillas se hizo con dos estatuillas en la pasada edición de los Oscar en las categorías de Mejor dirección artística y Mejor diseño de vestuario. Para todo aquel que no haya visto la película hay que aclarar que el vestuario de los personajes es muy original, sobre todo el de Alicia, que a lo largo del film cambia de atuendo muy a menudo, según las circunstancias que se le presentan.

Sweeney Todd se llevó el Globo de Oro a la Mejor película en la categoría de comedia o musical y La novia cadáver recibió el premio Future Film Festival Digital en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2005.

Cuando hablamos de Tim Burton hay algo que es innegable: su gran aportación al mundo del cine, pues, tal y como hemos repasado, tiene una amplia filmografía. Es considerado, por muchos, todo un genio en este arte pero toda moneda tiene su cara y su cruz y, en contraposición a sus admiradores, Burton cuenta con un gran séquito de opositores a su visión de las cosas. ¿Quién se equivoca? Todos y ninguno porque, como bien dice el dicho, para gustos, los colores.


FILMA2 del director de cine de Hollywood Tim Burton
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