Director: Asger LethDuración: 102 min
Actores: Sam Worthington (Nick Cassidy), Elizabeth Banks (Lydia), Jamie Bell (Joey Cassidy), Anthony Mackie (Mike), Génesis Rodríguez (Angie), Ed Harris (David Englander), Kyra Sedgwick (Suzie), Edward Burns, William Sadler.
Un ex policía se escapa de la cárcel, alquila una suite de hotel y se sube a una cornisa del mismo para la angustia, o no, de los ciudadanos de Nueva York. Este argumento del thriller nos puede recordar en algún aspecto a la película de Joel Schumacher, Última llamada, pero sólo en algún detalle puesto que la escena no se genera únicamente en la cornisa si no que es el medio por el cuál el protagonista Nick Cassidy da tiempo para que su hermano Joey y su novia Angie roben un costoso diamante de un edificio cercano.
La elección de Sam Worthington como protagonista es sin duda un acierto, su interpretación es digna de una de las grandes estrellas de Hollywood, que lo será si sigue por este camino. Su personaje no es tan estático como el protagonista de la película de Schumacher y eso a mi parecer se agradece.
El argumento, por otra parte, es una sorpresa para el espectador que se espera una película sobrecogedora sobre un mismo escenario y se encuentra una mezcla entre una historia de suicidas y otra de atracos mezclado como si de un gintonic se tratase. En mi opinión es un acierto puesto que la mezcla sin llegar a ser buena hace de la trama algo fluido.
Lo malo es que de la personalidad del protagonista no se ahonda en absoluto sobre su psicología de policía traicionado por sus compañeros y esto se sustituye por escenas poco elaboradas del atraco. Los personajes en general son muy estereotipados y es algo que huele a rancio ya.
Un ex policía se escapa de la cárcel, alquila una suite de hotel y se sube a una cornisa del mismo para la angustia, o no, de los ciudadanos de Nueva York. Este argumento del thriller nos puede recordar en algún aspecto a la película de Joel Schumacher, Última llamada, pero sólo en algún detalle puesto que la escena no se genera únicamente en la cornisa si no que es el medio por el cuál el protagonista Nick Cassidy da tiempo para que su hermano Joey y su novia Angie roben un costoso diamante de un edificio cercano.
La elección de Sam Worthington como protagonista es sin duda un acierto, su interpretación es digna de una de las grandes estrellas de Hollywood, que lo será si sigue por este camino. Su personaje no es tan estático como el protagonista de la película de Schumacher y eso a mi parecer se agradece.
El argumento, por otra parte, es una sorpresa para el espectador que se espera una película sobrecogedora sobre un mismo escenario y se encuentra una mezcla entre una historia de suicidas y otra de atracos mezclado como si de un gintonic se tratase. En mi opinión es un acierto puesto que la mezcla sin llegar a ser buena hace de la trama algo fluido.
Lo malo es que de la personalidad del protagonista no se ahonda en absoluto sobre su psicología de policía traicionado por sus compañeros y esto se sustituye por escenas poco elaboradas del atraco. Los personajes en general son muy estereotipados y es algo que huele a rancio ya.
La fuga de Nick de la cárcel es algo que se podían haber ahorrado ya que no aporta ni lo más mínimo en la película, es un añadido. Los personajes de Jamie Bell y de Génesis Rodríguez no tienen nada de química, esa chispa que en todas las películas de atracos tienen los actores. Sobre Génesis decir que al menos suple su nula capacidad interpretativa luciendo palmito en alguna que otra escena. Como persona podemos decir que en el preestreno se mostró muy agradable, cariñosa y divertida pareciendo alguien muy cercano, muy distante de otros actores, supongo que será por no ser tan estratosféricamente famosa.
La película podría habernos dejado todavía algún sabor de boca algo mejor, pero ya cuando le toca encarar su recta final se vuelve un completo despropósito con una persecución que roza los límites del ridículo y un final con un malechor interpretado por Ed Harris que no sabemos muy bien qué es lo que se le ha perdido por ahí.
Al borde del abismo podría haber sido uno de los thrillers más importantes de este año pero en lugar de eso se pierde siendo una cinta de acción tópica y muy regular.
Lo que deja entrever es la no pretendida metáfora sobre la situación de Hollywood, una industria que promete hacer grandes cosas que satisfagan al espectador y que rebosaran en originalidad pero que se queda en grandes refritos incapaces de aportar la mínima novedad. Viendo esta película es difícil no pensar que la industria de Hollywood no se encuentre también al borde del abismo.
Al borde del abismo podría haber sido uno de los thrillers más importantes de este año pero en lugar de eso se pierde siendo una cinta de acción tópica y muy regular.
Lo que deja entrever es la no pretendida metáfora sobre la situación de Hollywood, una industria que promete hacer grandes cosas que satisfagan al espectador y que rebosaran en originalidad pero que se queda en grandes refritos incapaces de aportar la mínima novedad. Viendo esta película es difícil no pensar que la industria de Hollywood no se encuentre también al borde del abismo.
Nota Making Of: 6
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