¡Que bello es vivir! (1946)
Este clásico del cine es imprescindible en esta época del año y no falta a su cita de navidad en las televisiones de medio mundo. El famoso filme, dirigido por el siciliano Frank Capra e interpretado por el oscarizado actor estadounidense James Steward y la bella actriz Donna Reed, cuenta la tierna y conmovedora historia del personaje de George Bailey, un hombre soñador que siempre ha tenido claro sus expectativas, estudiar una carrera y dejar su pueblo para viajar. Pero la caprichosa vida le lleva por otro camino y como resultado sufre una crisis existencial. La situación grave de la empresa familiar creada por su padre y su tío, producida por los infatigables ataques de un gran hombre de negocios que intenta disolver la compañía y el fallecimiento de su progenitor, son las dos causas principales que llevarán al traste los sueños de George, que estaba a punto de emprender su esperado viaje. Las riendas del negocio caen sobre su espalda y solo sus brillantes discursos conseguirán apaciguar la situación de pánico entre los inversores.
Pero a pesar de que George ha hecho lo que debía en cada momento, se siente desesperado y su situación llega al límite al tener que hacer frente a una inspección de hacienda. Sintiéndose más valioso muerto que vivo, dado el alto precio que tiene apalabrado en su seguro de vida, decide acabar con todo tirándose al río. Es en ese momento cuando conoce a un anciano que parece estar dispuesto a correr su misma suerte y decide salvarlo. El anciano, que en verdad es un ángel de la guarda, le concede el deseo de no haber nacido y le enseña como sería su pueblo si él no hubiera existido. La visión es tan reveladora y desoladora que George le pide volver. Esta película es, sin duda alguna, un canto a la esperanza y a la vida en sí misma.
Si buscamos alguna película española que represente el espíritu navideño esa es
La gran familia, del director Fernando Palacios. La lucha por la supervivencia de una familia muy numerosa, con nada menos que quince hijos, un abuelo (José Isbert), un padrino de bautizo (
José Luis López Vázquez) y los ajetreados padres (Alberto Closas y Amparo Soler), todos viviendo bajo el mismo techo, fomenta a pesar de las adversidades un guión con trasfondo positivo. Una familia unida y que resiste al desánimo gracias al amor y la fraternidad que existe entre ellos y mucho más motivada en estas fechas tan señaladas. Cabe destacar la archiconocida escena en la que Chencho, hijo menor de la pareja, se pierde en la Plaza Mayor, lugar emblemático donde todos los años se siguen poniendo casetas de venta de regalos y bromas navideñas.
Este despliegue de humor ha dejado secuelas cinematográficas posteriores en las que se muestra la familia a lo largo del tiempo, con los nuevos problemas de los jóvenes y las diferencias con aquella familia representativa de la década de los sesenta. La primera fue La familia y uno más en 1965 y de la mano del mismo director. Posteriormente Pedro Masó decidió rodar en 1979 La familia bien, gracias y la última entrega de la saga fue en 1999 con La gran familia... 30 años después, también dirigida por Masó.
Cuento de navidad - Los fantasmas atacan al jefe (1988)
Esta sátira, basada en la exitosa novela Un cuento de navidad (A chrismas carol) del escritor inglés Charles Dickens, muestra con humor la importancia de ser afable, generoso, modesto y compasivo en toda época del año. Para mostrarlo no hay mejor forma que tener como personaje protagonista a alguien opuesto de todo lo anteriormente descrito, y ese es Frank Cross, interpretado por Bill Murray. Cross es el irascible presidente de una cadena de televisión que parece haber olvidado su no tan lejano origen humilde de cuando empezó en dicha empresa en el modesto departamento de envíos. Tanto es así que disfruta con el maltrato del prójimo y los despidos masivos, que se producen incluso en navidad. Cross, símbolo del ascenso al éxito por méritos propios, tiene que sufrir un escarmiento para abrir los ojos, y el destino le tiene preparado a este ingrato y cruel personaje la visita de tres fantasmas antes de que la Nochebuena termine. De este modo Frank descubrirá su pasado, su presente y su futuro de la mano de un taxista, un hada y un enorme mensajero sin cabeza. La moraleja: no olvides nunca de donde vienes y quien eres porque todo ello será lo determine quién serás mañana, se humilde.
Cuando Harry encontró a Sally (1989)
¿Es posible que un hombre y una mujer sean solo amigos?, esa es la pregunta y el hilo conductor de una hermosa amistad entre un hombre: Harry Burns (Billy Cristal), y una mujer: Sally Albright (Meg Ryan). Las interpretaciones de estos dos actores son brillantes y la película es símbolo indiscutible de las comedias románticas de los ochenta norteamericanas. No es para menos viniendo de un guión escrito por la recién desaparecida guionista, directora de cine, productora y sagaz periodista Nora Ephron, fallecida el pasado 26 de junio debido a su leucemia. Y es que aunque con este guión se dio a conocer al gran público, el éxito la persiguió años después de esta comedia con por ejemplo: Algo para recordar (1993) y Tienes un e-mail (1998), ambas con la especial presencia protagonista de Meg Ryan.
Pero volviendo a la película que nos concierne ahora, hay que decir que fue una de las primeras que utilizó los testimonios entre medias de la película para romper con la trama en forma de discursos en los que varios ancianos comentaban sus historias de amor, cuando la historia central es la amistad continuada de Harry y Sally a lo largo del tiempo. Un viaje en coche de Chicago a Nueva York les unirá y a pesar de distanciarse en varias etapas de su vida la química sobrevivirá hasta que finalmente Harry decide armarse de valor para declararle su amor el mismo día de Nochevieja:
"Te quiero cuando tienes frío estando a 30º. Te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo. Adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco. Te quiero cuando después de pasar todo el día contigo mi ropa huele a tu perfume y quiero que seas tu la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches. Y eso no es porque esté solo, ni tampoco porque sea Nochevieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible".
Hermosa película y hermosa historia de amor a la par que compleja y desgarradora, entre un experimento científico: Eduardo Manostijeras (
Johnny Depp) y la joven Kim Bogss (Winona Ryder). Gracias a la benevolencia de Peg, madre de Kim, Eduardo recibe la oportunidad de pertenecer a una familia, nunca antes había tenido alguna y dedicaba sus días a vivir en una enorme mansión en la que había sido creado. Su llegada al vecindario fue toda una sorpresa y dentro de la familia de Peg también había diversidad de opiniones acerca del nuevo inquilino. Pero Eduardo consigue ganarse la confianza de Kim y se enamoran, aunque su amor será imposible y estarán destinados a vivir separados el resto de sus vidas.
Una de las escenas más bonitas de esta obra cinematográfica de
Tim Burton, es cuando Eduardo Manostijeras hace una escultura de hielo en el jardín, mientras que la familia está decorando la casa con adornos navideños. En ese momento saltan multitud de virutas de hielo que son elevadas mágicamente por el aire y Kim aprovecha para bailar debajo de ellas.
Este fantástico drama sigue conmoviendo a todo el que decide verlo y supuso una revelación en el mundo del cine de los años noventa, aunque la crítica y el público no le dieron la acogida que hoy por hoy se esperaría de ella.
Solo en casa (1990)
Mi pobre angelito, Home alone, Solo en casa, llamarla como queráis pero, ¿puede haber una navidad sin el trasto de Macaullay Culkin?. Imposible, al menos las cadenas españolas no pueden evitar reponer esta comedia navideña cada año. Lo peor de todo es que aunque no lo queramos reconocer, todos la hemos visto cientos de veces e incluso se convierte en el preludio navideño si las ponen antes del inicio de las vacaciones. Y no podemos evitarlo porque este niño de ocho años afincado en Chicago nos hizo reír con sus situaciones desastrosas, mientras que sus padres vivían un auténtico calvario al haberle dejado accidentalmente olvidado en casa. Acostumbrado a vivir en una familia numerosa, donde la cola para el baño es lo más habitual, encontrarse solo en una casa tan grande será toda una aventura. Y por si fuera poco, además será asediado por dos ladrones del tres al cuarto, que le subestimarán y recibirán su merecido. Una comedia diferente para conmemorar la navidad que más que defender los valores que se exaltan en estas fiestas, decide sorprender al espectador con las invenciones de este travieso pequeñajo que aprovechará la tesitura para hacer todo lo que sus padres le prohíben cuando están en casa.
La película termina convirtiéndose en saga cuando se hacen dos entregas posteriores que tienen como nexo argumental común a un niño que se queda solo en navidad por diferentes razones. En la primera secuela (Solo en casa II) se zafará sin querer de sus padres perdiéndose al embarcar en un avión que le lleva a la ciudad de Nueva York, donde sabe arreglárselas solo, gracias a la tarjeta de su padre, mientras que en la tercera y última película (Solo en casa III) encontramos a otro protagonista y aunque es un niño diferente la trama vuelve a ser la misma, se encuentra solo en casa mientras que unos criminales internacionales buscan un chip que curiosamente está en un coche de juguete que le regaló una vecina, y, como no, él estará dispuesto a defender su morada.
Algo para recordar (1993)
Tom Hanks (Sam Baldwin) y Meg Ryan (Annie Reed) se reunieron como protagonistas en esta hermosa película de una historia de amor que empieza en las ondas. Un consultorio radiofónico recibe una llamada inusual, un niño que deja de pedir juguetes en navidad para en su lugar encontrar una madre que sea la compañera de su desolado padre viudo. Mientras Annie, una joven periodista, decide investigar sobre ese hombre que abrió su corazón en el consultorio que ella escucha cada noche. Las pesquisas la llevan hasta Seattle donde viajará aunque finalmente no se atreverá a darse a conocer. Pero el hijo, que casualmente queda prendado de la carta de esta mujer, decide hacer un viaje para conocerla en lo alto del Empire State Building de Nueva York, dado que su padre no quiere ir y él ha concertado una cita con ella, al más puro estilo de la película favorita de Annie:
Tu y yo (1957), de los míticos actores Cary Grant y Deborah Kerr.
Family man (2000)
Nicolas Cage y Tea Leoni protagonizan este filme dramático que pone encima de la mesa la obsesión por el trabajo que sufren algunas personas que deciden poner primero su carrera profesional en su orden de valores antes que su familia. Una familia inexistente en este caso dado que Jack Campbell, despiadado broker de Wall Street, decidió dejar a su novia porque esta suponía un obstáculo para su éxito. Sin quererlo, y de una manera abrupta, se despierta un día de Nochebuena en la cama con su antigua novia, ahora su mujer, y viviendo otra vida alternativa. Ya no es una persona adinerada y de vida cómoda en Manhattan, sino que ha pasado a ser vendedor de neumáticos en Nueva Jersey y a estar casado. Poco a poco verá que el castigo inicial que le parece esta situación al principio, se convierte en toda una experiencia grata al recibir todo el cariño, comprensión y amor al que ya se había acostumbrado a no tener. Porque no hay nada más valioso que la familia y el calor del hogar, daría hasta su vida real para poder cambiar. Lo daría todo por no estar solo y mucho más en navidad.
Serendipity (2001)
¿Dónde puedes encontrarte con alguien en navidad?, seguro que en el sitio más propicio para ello es un centro comercial, porque la vena consumista que hay en estas épocas es directamente proporcional a la necesidad de cumplir el deseo que tienen tus seres queridos... Y esto es precisamente lo que ocurre con Jonathan, interpretado por John Cusack y Sara, llevada a la gran pantalla por Kate Beckinsale, también conocida por su intenso papel en Pearl Harbour. Ambos se conocen por casualidad en un atestado centro comercial de Nueva York en navidad, comparten momentos esa noche de los que no pueden olvidarse años después, pero ambos tienen pareja y Sara decide escribir su número de teléfono en un libro que venderá a una tienda de segunda mano (
El amor en tiempos de cólera, del escritor colombiano Gabriel García Márquez), convencida de que si realmente tienen que acabar juntos será el destino quién los una. De aquel encuentro inesperado pasan siete largos años y ambos están a punto de dar el sí quiero cuando les asaltan las dudas de si podrían reencontrarse nuevamente y empiezan a buscarse.
Como dato interesante hay que aclarar que la palabra serendipity es cuando sucede algo inesperado o un hallazgo cuando realmente se estaba buscando otra cosa distinta. En este caso buscaban un regalo y cuando menos lo esperaban encontraron otro: el amor.
The holliday / Vacaciones (2006)
Un descanso, un cambio de aires, nuevas emociones y experiencias... Son alicientes necesarios para empezar un viaje, una travesía tanto física como espiritual realmente necesaria cuando el estrés o la monotonía se apoderan de tu cuerpo y de tu vida. Eso es exactamente lo que les pasa por la cabeza a las dos protagonistas de este filme. Una película y dos historias, dos vidas intercambiadas al mismo tiempo que sus pertenencias. Ambas abandonan sus quehaceres y ponen a disposición el alquiler de sus propias vidas en plenas navidades.
Amanda Woods (Cameron Diaz), propietaria de una agencia de publicidad dedicada especialmente a los trailers de películas, vive una acelerada vida californiana a juego con un colosal chalet a medida de todas las necesidades. Mientras que Iris (Kate Winslet), es colaboradora de una columna de bodas para el London Daily Telegraph y vive en una casita encantadora en pleno campo inglés.
Dos semanas y un continente nuevo son suficiente aliciente para tomar una distancia prudencial de los problemas e intentar relajarse. Aunque ambas han sufrido recientemente un mal de amores y no están en disposición de intentar de nuevo comenzar una relación, comenzarán a conocer a los amigos y familiares respectivos y encontrarán en esta experiencia las mejores vacaciones de sus vidas y con ello serán capaces de reconstruir su corazón en esta época tan especial.