7 dic 2012

Tony Leblanc, el gran galán cómico español


Noventa años tenía el actor Tony Leblanc cuando el pasado 24 de noviembre su gran corazón le falló en su casa de Villaviciosa de Odón, dejando en vída a su adorada mujer Isabel y sus ocho hijos. El cómico, más madrileño que la Cibeles, nació el 7 de mayo de 1922 en el Museo del Prado rodeado de cuadros y tapices de Goya. Lugar donde tuvo el lujo de vivir gracias a que su padre era el conserje de la pinacoteca y él mismo fue posteriormente botones y ascensorista de la misma.

Como no podía ser de otra manera el arte le acompañó durante toda su vida, ya que el infatigable e inquieto Tony Leblanc vivió por y para el cine, el teatro y la televisión desde mitad de los años 50 y especialmente en los 60 y 70. Vocación que compatibilizó con la afición por el boxeo cuando era adolescente. De dicho deporte consiguió alzarse como campeón "amateur" de los pesos ligeros de Castilla (Pesos Welter) y también tuvo tiempo para ser joyero, portero de fútbol en el equipo de Chamberí y bailarín claquetista.

Luchador en el ring y fuera de él, consiguió entrar en la memoria popular gracias a su vis cómica de galán sinvergüenza. Tuvo varias parejas en la escena pero Concha Velasco es sin duda la más recordada y con la que compartió títulos tan aclamados como: El día de los enamorados (1959), del director Fernando Palacios; Las chicas de la cruz roja (1960), dirigida por Rafael J. Salvia; y Historias de la televisión (1964), de José Luis Sáenz de Heredia. Por su parte Concha Velasco afirmó afligida: "Le debo a Tony todo lo que soy" (...) "ha sido el mejor compañero que he tenido". Y no dudo en destacar su "gran generosidad" y la "luz propia" que desprendía como artista.

Más de 150 películas hicieron brillar a este astro de nuestro cine español hasta que en 1975 decidió dejar las tablas tras rodar Tres suecas para tres rodríguez. Cinco años después recibió la Medalla al Mérito en el Trabajo. 

La nota discordante de esta melodía apasionada que fue su vida la obtuvo con un accidente de tráfico que le marcó a fuego el seis de mayo de 1983 y que le dejo incapacitado temporalmente truncando así su carrera teatral definitivamente. Hasta que la confianza de Santiago Segura le devolvió la suya propia, convirtiéndole en uno de los personajes de la saga Torrente. Precisamente fue este papel el que le procuró el Goya a mejor actor de reparto (1998) tras haber recibido ya el honorífico en 1993. Otros directores como Antonio Mercero y Luis García Berlanga, le habían procurado papeles antes pero Leblanc no quiso aceptarlos por no encontrarse lo suficientemente recuperado del accidente de tráfico y de las posteriores operaciones quirúrgicas.  

Este papel de Torrente le sirvió también para abrirse puertas en Televisión Española como Cervan, el entrañable kioskero de Cuéntame como pasó. Y en este medio volvió a colaborar también con Santiago Segura en el programa Sabías a lo que venías de la Sexta.

Por otra parte, su vena polifacética le hizo también adentrarse en el mundo de la escritura y con ello nació un poeta. Un actor convertido en escritor de sus propias memorias titulada: Esta es mi vida

Leblanc, afectado por un cáncer de páncreas, ha puesto punto y final al último capítulo de su vida. No pudo hacer frente a su gran corazón en el último momento y la vida se le escapó, pero su obra vivirá por siempre en todos nosotros. Descanse en paz.

Vídeo de las declaraciones de Concha Velasco y Santiago Segura ante la pérdida de su amigo y compañero Tony Leblanc:


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