La jornada de ayer del Festival de Cine de Málaga comenzó con la película de Miguel Alcantud, Diamantes Negros. Es una película con un tono agridulce ya que nos muestra una dura historia que narra los sueños de los niños africanos por ser futbolistas aplastados por la manipulación y arrogancia del Occidente. Bajo su visor crítico, Alcantud ha querido ahondar en uno de los temas más escabrosos que esconde el cine: Las falsas promesas al fútbol africano.
Diamantes Negros es la historia de Amadou y Moussa que sueñan con ser estrellas del fútbol europeo. Un día, su sueño se hará realidad y un ojeador les hará la promesa de poder jugar en Europa. Las familias de Amadou y Moussa tendrán que sacrificarse para dar la posibilidad a sus hijos de poder marcharse. Y a la vez, los dos muchachos depositarán su ilusión en esa oportunidad para escapar de la dura realidad en la que están inmersos. Sin embargo, la dulce promesa parece un verdadero engaño que solo traerá malas consecuencias para nuestros protagonistas.
Diamantes Negros comienza muy bien tratando un tema candente y desconocido que afecta cada año a 20.000 aspirantes a futbolistas en la zona más desfavorecida del mundo, África, pero a pesar de tener los ingredientes exactos para convertirse en una película crítica, Alcantud nos muestra una historia plana donde apenas conocemos nada de los personajes.
Diamantes Negros, el mismo nombre de la película hace honor a mi crítica ya que considero que es un diamante en bruto sin perfilar, que no consigue la intención con la que se ha creado la película.
Nota Making Of: 6
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