El equipo de Making Of, te invita a hacer un viaje por el cine de animación. Esas películas que a todos nos han hecho soñar con que algo mejor puede haber, que nos han aportado valores sociales o que, sin más, nos han hecho soltar grandes carcajadas.
Aunque puede parecer increíble, la animación es tan antigua como el hombre mismo, pues es algo que ha rondado desde antes de la creación del mismo. Desde el aspecto de los historiadores, ya en Grecia o incluso Egipto, sitúan la recreación del movimiento (la animación de las imágenes) en sus obras de arte.
A pesar de que todos podemos pensar que el cine de animación surgió en Estados Unidos, esto no es del todo cierto, pues ya en 1888, en Francia, Émile Reynaud inventó el praxinoscopio, uno de los muchos juguetes ópticos de la época, utilizando una técnica que podríamos situar en los momentos previos a la cinematografía de animación. A partir de 1892, perfeccionó este sistema, creando el teatro óptico, que permitía ver películas más o menos como lo hacemos en la actualidad: unas imágenes cargadas con argumentos, música y efectos sonoros. En la actualidad, de sus obras, aún se conserva Pobre Pierrot, con un total de 12 minutos de duración.
Durante los años del cine mudo, y los primeros años del cine sonoro, la animación vivió su explosión. Destacaron sin duda las películas bajo la firma de Walt Disney o las de Popeye y Betty Boop, películas más comerciales y destinadas a un público masivo.
Walt Disney estrena en 1937 Blancanieve y los siete enanitos, convirtiendose en su primer largo. Pero fue a partir de la II Guerra Mundial cuando surge el mayor auge de lo que ya se consideraba la Industria de la Animación. En Estados Unidos se consolida el cartoon clásico de la mano de los largometrajes de la factoria de Walt Disney y la incipiente Warner Bros con personajes como Bugs Bunny, el pato Lucas o Porky, entre otros.
Actualmente, el cine de mayor importancia dentro del mundo de la animación se encuentra en Estados Unidos con grandes productoras como las ya mencionadas Walt Disney y Warner, a las que se les ha añadido otras como Pixar, que ha creado grandes éxitos como Toy Story, Monsters Inc., Bichos, o la saga archiconocida Shreck.
Pero, ¿quién no ha crecido con los grandes clásicos? La Cenicienta, La sirenita, Aladdín, El Rey León, La Bella y la Bestia, Tod y Toby o Bambi son grandes títulos de obras maestras dentro del cine de animación clásico. Largometrajes con los que todos hemos crecido y que, por mucho tiempo que pasen, nunca dejarán de estar de moda.
Pero las nuevas tecnologías también hacen presa a este sector, y es cada vez más usual ver cine de animación creado desde un ordenador. Es el caso de títulos como Buscando a Nemo, Up, El Espantatiburones... Películas que dan tal realismo a los personajes que parece haber perdido el mundo de la animación para entrar en el mundo real.
¿Te hace una de dibujos?
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