Brave nos presenta a Merida, una joven princesa escocesa que no quiere ser una princesa clásica y apuesta por una vida aventurera y de soltería. Para conseguirlo ha de enfrentarse a su madre, la reina Elinor, exigente y amante de las normas del reino.
La película muestra un feminismo notable desde que salió a la luz el primer trailer, donde el espectador ya intuye que Merida no es una heroína clásica, de las de siempre, de las que Disney nos tiene acostumbrados a ver.
En este caso, el principal conflicto de la trama es, justamente, ése, el lugar que las mujeres acostumbran o, mejor dicho, acostumbraban a ocupar. Ese segundo plano detrás de un príncipe que algún día será rey.
Merida no quiere ser una chica florero y no cree en príncipes azules. Se enfrenta a su madre porque rechaza lo que ésta representa, rechaza la continuidad de ese ideal viejo y anticuado que, para la mayoría de los espectadores, no encaja en el mundo moderno.
La película es apta tanto para niños como para adultos, pero quizá, en esta ocasión, la historia se desarrolle de una manera más infantil si comparamos el largometraje con otros títulos de Pixar, siempre destinados a niños y a los no tan niños.
Aún así, Brave es una buena apuesta para pasar una gran tarde de cine, y esto es algo que, además, queda reflejado en los ingresos obtenidos por la película, que se ha sitúado en lo más alto de la taquilla española.
Nota Making Of: 7
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