Siempre dedicamos nuestro HITOS DEL CINE a largometrajes, pero ¿qué hay de los cortometrajes? Hace seis años que llegó a mí este corto francés y hoy he querido compartirlo con todos vosotros.
La revolución de los cangrejos es un cortometraje realizado por el diseñador francés Arthur de Pins. Se trata de un cortometraje en blanco y negro donde aúna un dibujo de trazo fácil y un guión inteligente. La revolución de los cangrejos ha sido galardonado con más de 50 premios. Tras la producción de este cortometraje y la buena acogida que tuvo entre el público, su autor se inspiró para hacer una novela gráfica llamada La marcha de los cangrejos.
La revolución de los cangrejos es un cortometraje realizado por el diseñador francés Arthur de Pins. Se trata de un cortometraje en blanco y negro donde aúna un dibujo de trazo fácil y un guión inteligente. La revolución de los cangrejos ha sido galardonado con más de 50 premios. Tras la producción de este cortometraje y la buena acogida que tuvo entre el público, su autor se inspiró para hacer una novela gráfica llamada La marcha de los cangrejos.
Este corto narra una historia épica de una raza oprimida como lo son los "Pachygrapsus Marmoratus" o también conocidos como los "cangrejos deprimidos". Esta especie de crustáceo vive abocada a la incapacidad de andar hacia delante y al conformismo de caminar en una única dirección. Ofrece una visión muy personal de la Teoría de la evolución de Darwin.
"Nacido en el barro, el Pachygrapsus Marmortus mantendrá un enlace inútil de la evolución". Con esta frase, Arthur de Pins nos muestra el determinismo impuesto a una especie que no puede trascender su propio destino. Haciéndose valer de un estilo ágil, sencillo y dinámico acompañado de una banda sonora lúcida, La revolución de los cangrejos transmite, con dosis de ironía y cinismo, una moraleja de gran carga política social.
Al igual que suele ocurrir con un gran número de películas de animación, el componente ideológico y la crítica social es una baza que Pins utiliza de manera brillante. Sus protagonistas, unos cangrejos vulgares que siguen siempre el mismo desplazamiento, ya que están imposibilitados para desarrollarse y adaptarse al medio en el que viven, se irán transformando en mentes insurrectas que buscarán una solución a su monótona existencia.
El paralelismo que existe entre el determinismo impuesto a la especie de los "cangrejos deprimidos" y el conformismo impuesto por la especie humana es idéntico. Se podría decir que este cortometraje es una metáfora de la condición humana. Actualmente, en las sociedades, las personas vivimos con una actitud de pasividad e indiferencia ante lo que nos rodea. Es así como actúa el pesimista cínico que no cree en la existencia de causas de índole colectiva, para el cual valores o ideales como justicia, libertad o verdad no significan más que marcas desechables carentes de sentido en una sociedad capitalista. Este ensimismamiento social es aprovechado por aquellas personas que manejan los hilos del poder.
Permaner estático, sordo a la realidad, es sencillo y placentero. Así evita problemas y se dota de un aura de ecuanimidad y decencia burguesa, que granjea aceptación. Pero aquí no se encuentra la solución al sometimiento. No debemos permanecer indiferentes ante la sociedad que nos rodea. Tenemos las herramientas necesarias como la capacidad de pensar, analizar, reflexionar y criticar para buscar mejorar nuestras condiciones. De esta forma nos afirmaremos con la capacidad de transformar la realidad por medio del trabajo creador y salvaremos nuestra esencia en el camino, afirmándonos no solo como víctimas del sistema sino como propulsores de alternativas a él. Transcenderemos así nuestro propio destino.
Aquí pueden ver íntegro el cortometraje:
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