Hoy en este viernes lluvioso, nuestros ojos nos llevan a la mirada penetrante de una actriz que a mi modo de ver, ha demostrado tener madera para un oficio complicado como es la interpretación. Por este motivo, he decidido dedicarle nuestro FILMA2 de la semana.
Inma Cuesta, poco a poco, se está abriendo camino en el mundo del cine gracias a la oportunidad que el pasado año le ofreció Benito Zambrano para trasladar a la gran pantalla la novela histórica de Dulce Chacón, La voz Dormida. En el año en el que vivimos, el trabajo llamó de nuevo a la puerta de la actriz, dejándose caer esta vez en manos de Pablo Berger quien le ofreció el papel de Carmen de Triana en la aclamada versión española del cuento de los Hermanos Grimm, Blancanieves.
Inma Cuesta, valenciana de nacimiento, tuvo bien claro desde pequeña que su sueño era ser actriz. Con 18 años se matriculó en la Escuela de Arte Dramático de Córdoba para estudiar la Licenciatura de Arte Dramático. Tras licenciarse, continúo sus estudios en Sevilla. Finalmente, terminó completando su formación en Madrid ingresando en el Conservatorio y Escuela de Danza dirigida por Carmen Roche.
Madrid fue la ciudad que le dio la primera oportunidad en el mundo de la interpretación. Nacho Cano le ofreció protagonizar Hoy no me puedo levantar, una obra exitosa basada en la recopilación de los grandes éxitos que había cosechado Mecano, uno de los grandes grupos musicales más importantes del pop español. Gracias a su cuidadoso esmero y su esfuerzo sobre los escenarios, no pasó inadvertida para el público ni para la crítica. El teatro le ofreció el segundo pase de su carrera profesional. Le permitió convertirse en uno de los personajes de una serie mítica de la televisión pública, Amar en Tiempos Revueltos. Debido a esta primera aparición en televisión, su carrera iría unida a este medio de comunicación. Sin abandonar la ficción televisiva, tres años después, ficharía para protagonizar junto con Pepe Sancho la serie de televisión Plan America.
Pero Inma Cuesta, no solo se conformaba con conquistar la pequeña pantalla. El primer papel cinematográfico lo ejecutó en Café solo o con ellas de Álvaro Díaz. Al año siguiente, en 2008, Pau Martínez dirigió El Kaserón y no quiso quedarse sin la mirada penetrante de ojos negros de la actriz española con la que trabajaron Fele Martínez o Ángel de Andrés López entre otros.
Sin dejar de lado la televisión, en el año 2011 cayó en sus manos el papel de Margarita en la serie de televisión Águila Roja, lo que le permitió granjearse una fama bien merecida en la pequeña pantalla. Gracias a su interpretación en las distintas temporadas de esta serie televisiva, en 2009, muchos medios de comunicación la consideraron el mejor plano español de televisión de los últimos 20 años.
En el año 2011, pudimos ver de nuevo a esta mujer de carácter español en la gran pantalla protagonizando Primos, comedia de Daniel Sánchez. Ese mismo año, coprotagonizó junto con María León La Voz Dormida de Benito Zambrano, lo que le permitió la nominación a los Premios Goya como Mejor Actriz.
El año 2012 comenzó buen pie para la actriz. En abril, protagonizó junto con Mario Casas, Grupo 7 , una película de Alberto Rodríguez. Blancanieves ha sido el último trabajo de la actriz pero su trabajo no finaliza ahí. Actualmente, Inma Cuesta se encuentra en el punto más álgido de su carrera profesional y pronto nos volverá a deleitar con su presencia en la gran pantalla con Invasor, un thriller contextualizado en la Guerra de Irak dirigido por Alberto Amman.
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