Hoy, todo el equipo de Making Of te invita a un fantástico recorrido por el cine de pistoleros, caballos y desiertos; hablamos, sin lugar a dudas, del 'cine western'. Sin lugar a dudas, éste es uno de los géneros más populares dentro del mundo cinematográfico estadounidense. Entre los grandes amantes de éste género, lo denominan, de modo entrañable como 'cine del oeste' o también 'películas de vaqueros'.
En un principio, entraban dentro de la denominación de western aquellas obras que tuvieran como argumento la exploración y desarrollo de la zona occidental estadounidense durante el siglo XIX, pero con la propia evolución del género hizo que esas obras tomaran como argumentos a los propios personajes de las historias que se contaban, definiendo su modo de vida y su idiosincrasia.
Al estar enfocadas en territorios inexplorados e indómitos bajo la constante amenaza de los indios o los bandoleros y las ciudades sin ley, se fueron centrando en el enfrentamiento entre esos personajes con los "salvajes". Es ahí donde se comenzó a forjar la imagen del "bueno" (que buscaba un lugar donde vivir en paz con su familia) y el "malo" (aquellos que se aprovechaban del débil, del indefenso para hacer su progreso más fácil).
El western ha sido utilizado por el cine estadounidense para definir su propia historia, para narrar la propia fundación de los Estados Unidos protagonizada por héroes que encarnan los propios valores de su cultura y que siempre han sido representados con unas mismas características comunes: sombreros tejanos, pistolas, caballos, indios, desiertos, ranchos, diligencias...
Dentro del género nos podemos encontrar tres tipos o subgéneros diferentes: western crepuscular (Pequeño gran hombre; Mayor Dundee...), spaghetti western (Per qualche dollaro in più; El bueno, el feo y el malo...) y el chili western realizado en México. Muchos fueron los actores y directores que se especializaron de manera muy profunda en este tipo de películas.
El padre del western en el cine (también existe western en la literatura) fue Edwin S. Porter, quien en 1903 realizó la película Asalto y robo de un tren. Esta puede ser considerada como la primera gran obra de cierta importancia, con argumento de ficción en el cine norteamericano.
La película emplea de forma un tanto rudimentaria el montaje paralelo, y aunque la acción suele trascurrir de cara al espectador posee un uso de la narrativa en profundidad.
Fue una película que causó gran expectación y que cosechó un grato recibimiento por parte del público, pues la última escena, en la que se veía un primer plano de un pistolero descargando sus armas hacia el espectador, ocasionó una grata impresión.
Pero no sería hasta los años 50 e incluso algunos años anteriores, cuando el cine western conseguiría alcanzar su época dorada. Aquí destaca el director John Ford, autor de grandes obras como La Diligencia, El hombre que mató a Liberty Valance, Pasión de los fuertes o Centauros del desierto. Autores que destacaron durante esta época fueron, entre otros: Howard Hawks, William Wellman y Anthony Mann.
Pero como en todo, también hubo un proceso de decadencia dentro del género western. Tras los continuos datos negativos, y la falta de interés por parte del público se fueron desarrollando nuevos estilos, a veces dentro del mismo grupo de directores clásicos y otras veces más allá de las propias fronteras, como en el caso de Italia con el ya mencionado spaghetti western.
Aunque, sin dudas, hay que mencionar también, que los nuevos directores y jóvenes promesas que fue ocasionando el sector, fue clave fundamental para que se renovase el propio sector.
En la actualidad, el estilo de cine western ha ido descendiendo de forma notable hasta estar casi a punto de desaparecer, pero ello no ha supuesto un problema para que, a día de hoy, se hagan intentos, aunque furtivos, para poder resucitar el género del lado más clásico (Sin perdón) o aproximándose a unas formas narrativas y visuales más experimentales (Dead man).
Eso sí, es innegable que el western ha dejado un legado impresionante y que en el cine contemporáneo podemos encontrar numerosos ejemplos en los que se ve, a trabes de películas actuales, detalles sacados de estas películas de vaqueros; este es el caso de títulos como No es país para viejos, Una historia de violencia o Los tres entierros de Melquiades Estrada.