Sin duda las películas como director de Clint Eastwood no nos pueden dejar indiferentes. En este biopic nos cuenta la vida de J. Edgar Hoover, fundador del FBI y uno de los amados y odiados por los americanos en su reciente historia.
La película es algo compleja, llena de capas que debe ir cuadrando el espectador, con un personaje quizás antipático y esquivo, raro, que sabe muy bien interpretar un gran Leonardo DiCaprio con un papel digno de mención. Eastwood nos descubre cada personaje rápidamente insertando acciones futuras en las presentes, ahorrándonos cualquier molesta explicación.
J. Edgar Hoover, según muestra la película, es un hombre claramente marcado por su madre a la que hace caso en todo aunque piense diferente. Empezó de la nada y poco a poco fue siendo alguien en el gobierno. Eastwood le ve como un gran patriota, aunque en la historia de Estados Unidos se le recordará por sus delitos contra los negros, comunistas, mujeres y extranjeros, y no le falta razón porque una persona que da su vida por su país no puede llamarse de otra forma aunque no estemos de acuerdo con sus acciones.
Este hombre está obsesionado con no envejecer en lo que a facultades se refiere, en no tratar con el sexo femenino y en aparentar ser heterosexual aunque no sea más que un homosexual reprimido. Él se integra en la sociedad para meterse dentro y transformarla haciéndoles pensar que es un héroe hasta conseguirlo en su propio cómic, un héroe solitario capaz de derrocar a cualquier peligro de estado. Es un líder en su campo pero una persona inadaptada fuera de él.
La madre de Hoover es el tormento y a la vez el desahogo de su vida, la laboral, hasta que fallece y se refugia en Clyde.
La película le da mucha importancia a su relación con Clyde, su mano derecha, convirtiéndose en el verdadero motor de la historia. Su relación de amor, o amistad para su público, estremece por momentos gracias al ya mencionado DiCaprio y a Armie Hammer que llevan sus sentimientos muy ocultos aunque Hammer los saque más a pasear viviendo su historia de amor de forma muy diferente al personaje de DiCaprio. Comprende la situación en público y en privado aunque la vejez de ambos y en la intimidad le moleste que su compañero no le demuestre sus sentimientos. Se puede decir que son dos compañeros en lo laboral que les encanta pasar tiempo juntos pero que su trabajo les impide llegar más allá. Uno es la motivación del otro.
En lo laboral, J. Edgar Hoover, le cuesta formar el FBI siendo cuestionado por diversos cargos del gobierno aunque las artimañas de este le hacen conseguir acuerdos para conseguir prácticas de investigación y de condena más acordes a sus pensamientos.
Su fotografía y los personajes de Leonardo DiCaprio y de Armie Hammer son lo mejor de la película ya que la trama es regular y con ritmo muy lento que hace al espectador perder el interés a medida que la película va tornando su final. Clint Eastwood en su línea, películas con historias americanas que cuentan la vida de un héroe americano de una forma muy pasiva y lenta. Los personajes son siempre muy marcados.
No es mala pero tampoco buena, es como cuando cenas una comida de lo más normal y te quedas con ganas de un buen postre, no termina de llegar, pero cuando llegas a él te desagrada y decides comerlo para ser educado. Una comida que te llena pero no disfrutas como esperabas.
Nota Making Of: 5
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