La película tan esperada del oscarizado director español, Pedro Almodóvar, tuvo ayer gran acogimiento entre los presentes en el Festival de Cannes.
El director estuvo acompañado de su antiguo actor fetiche, Antonio Banderas y de una de sus musas, Marisa Paredes. Ambos actores hacen posible, a través de su interpretación, el nacimiento de La piel que habito.
Este nuevo film esta basado en una novela de origen francés denominada Tarántula y representa la venganza que siente un reconocido cirujano plástico hacia el violador de su hija. Gracias a esta producción compite por cuarta vez a la Palma de Oro.
Se trata de una película que rompe con el sello de Almodóvar, pues en esta ocasión se combina la expectación por una obra maestra y el estupor de todo un thriller.
Según Almodóvar, la amoralidad es el hilo narrativo que se sigue a lo largo de toda la producción. Esa ha sido su manera de reinventarse como director y él mismo se reafirmaba apuntando que ser director de cine es lo más parecido a Dios.
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