Considerada una de las mejores películas del año, y ganadora de 2 Globos de Oro, Los descendientes se presentan en los cines españoles para contarnos una historia que va desde el orgullo personal, a la lucha sin límites por quienes queremos, y los negocios.
En este trabajo de Alexander Payne, George Clooney realiza uno de los trabajos más emotivos de su carrera. Quizá con un inicio más denso y pesado, basado, todo, en un relato en off, presentando la historia que se va a contar, con el paso de los minutos, la obra gana en dramatismo, emoción y, porqué no decirlo, en humor.
Matt King (George Clooney), es un padre de familia y hombre de negocios que lucha por hacer bien su papel como padre con dos hijas más que rebeldes; su papel como marido, cuidando de su mujer, en estado vegetal tras un accidente; y su papel como gerente, intentando sacar adelante la venta de unas tierras familiares.
Alexander Payne se confirma como uno de los mejores directores en manejar, en sus proyectos, la comedia humana, sabiendo mezclar el drama, la tensión y la desesperación, con pequeños toques de humor que ayudan al espectador a aliviar toda la emoción acumulada hasta el momento.
Sin duda alguna, son casi dos horas de disfrute contínuo de la que, quizá, sea la mejor interpretación de un Clooney que se presenta más humano. Una interpretación a la que él no está acostumbrado, pues ha de mostrarse completamente abierto a la cámara y dar lo mejor de sí, sin tener más apoyo que él mismo.
Una historia que parece que va a jugar con un doble camino; una doble historia entrelazada y que ha sido utilizada de forma magistral. Sin duda alguna, una obra recomendable, y que, en ningún caso ha de dejarse de disfrutar, pues es un placer para la vista esta obra maestra.
Nota Making Of: 8,5
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