Después de treinta años tras este sueño cinematográfico, Steven Spielberg lo hace realidad con la puesta en pantalla de Tintín y el secreto del unicornio. La cinta no queda indiferente a los ojos del público que resulta estar especialmente entretenido sin que decaiga un segundo su atención.
El film resulta ser muy completo ya que entrelaza tres historias del periodista belga con el motivo de introducir personajes estrella que no aparecen en un solo número, siendo este el caso del capitán Haddock o Rackham el Rojo.
El secreto del unicornio, El tesoro de Rackham el Rojo y El cangrejo de las pinzas de oro son la base documental sobre la cual se ha reinterpretado el guión de la película gracias al trabajo de estos tres guionistas británicos: Joe Cornish, Steven Moffat y Edgar Wright.
Spielberg supo de la existencia de Tintín tras las críticas que sucedieron a la primera película de Indiana Jones, cuando surge la similitud entre el personaje del intrépido periodista que nace de la mano del autor belga Hergé en 1929 y el conocidísimo arqueólogo.
Mientras que hoy es Tintín el que es comparado con Indiana Jones cuando bien podría ser el antecesor del segundo. Esta semejanza se ilustra de forma especial en un corte de la película donde se muestra una persecución que a su vez es iniciada por el afán de búsqueda de un tesoro. El curioso argumento central resulta ser tremendamente familiar si nos acordamos de, entre otras, Indiana Jones y el Templo Maldito.
La integridad y la curiosidad unidas al carácter intrépido y despreocupado de Tintín son virtudes que aparecen más vivas que nunca en la película y que son el corazón de las historias de Hergé. Esta curiosidad, lejos de matar al gato, es el acicate para desarrollar el argumento de la película pues detrás de cada pregunta del protagonista se esconde una nueva respuesta que le acerca mucho más a su fin último, que no es otro que el de conseguir una historia para poder trasladarla a los periódicos.
Por otro lado, el acercamiento con la realidad y la libertad de movimientos está muy conseguida gracias a la tecnología 3D y Motion Capture utilizada por el director. El realismo en los gráficos de los paisajes son excelentes y trasladan al espectador haciéndole partícipe de la escena gracias al 3D.
Probablemente Hergé estaría orgulloso al ver como su criatura ha tomado vida en la gran pantalla, pues no hay que olvidar que Spielberg tuvo la gran oportunidad de conocer al famoso escritor belga para pedirle los derechos de su obra, a lo que éste no dudo en responder que si alguien tenía que llevar a la gran pantalla a Tintín sería él.
Debido a esto y teniendo en cuenta que ambos eran fan de sus respectivos trabajos, no cabe duda que Hergé se sentiría honrado y emocionado por el resultado obtenido. Además hay que mencionar que se ha tratado con sumo respeto y admiración el trabajo del clásico Tintín y su esencia no ha sido tergiversada.
Nota Making Of: 8
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