Hay películas que en sí mismas son hitos del cine y podemos afirmar con toda seguridad que El nacimiento de una nación lo es. Esta película, que podemos encuadrar dentro del cine mudo, fue una de las más famosas de la época.
Veinte años después de la invención del cine David Wark Griffith es el primer cineasta que empieza a establer el origen del lenguaje cinematográfico tal y como hoy lo conocemos, estableciendo así un modelo determinado de cine. Para conseguirlo empleó diversos recursos narrativos como el uso de primeros planos, su alternancia con planos generales y el salro de eje, que permite al espectador comprender y organizar mentalmente el espacio donde está teniendo lugar la acción, mejorando notablemente la asimilación de la película. Del mismo modo Griffith se sirvió también del montaje paralelo, la profundidad de campo y el flash back, convirtiendo a El nacimiento de una nación en la película más completa hasta la fecha en cuanto a recursos narrativos se refiere.
Aún así, y a pesar de todas estas innovaciones, en este film se pueden apreciar aún resquicios del cine más primitivo que poco a poco irán desapareciendo en películas posteriores.
La obra de Griffith no sólo destaca por la técnica. La temática de la película y, sobre todo, la forma en la que se desarrolla hicieron de El nacimiento de una nación un trabajo polémico y criticado.
En el film se reflejan los acontecimientos más importantes para la creación de Estados Unidos, como la guerra civil o el asesinato de Lincoln pero desde una perspectiva racista, ensalzando la supremacía de la raza blanca y enalteciendo las acciones del Ku Klux Klan, que salvaban a la población blanca de las aberraciones perpetradas por los hombres negros.
La historia está protagonizada por dos familias amigas que representan el norte y el sur de Estados Unidos durante la Guerra de Secesión. El reparto está compuesto por: Lillian Gish (Elsie Stoneman), Mae Marsh (Flora Cameron), Henry B. Walthall (Cnel. Benjamin Cameron), Miriam Cooper (Margaret Cameron), Mary Alden (Lydia Brown), Ralph Lewis (Austin Stoneman), George Siegmann (Silas Lynch), Walter Long (Gus, un negro renegado), Robert Harron (Ted Stoneman) y Wallace Reid (Jeff, el herrero).
El director tuvo grandes dificultades a la hora de encontrar actores de raza negra que quisieran participar en el rodaje por lo que tuvo que caracterizar a actores blancos.
El estreno de la película ocasionó disturbios en varias ciudades como Boston y Filadelfia y en otras como Chicago o Kansas se canceló su visionado. El carácter altamente racista del film incitó a pandillas blancas a atacar a personas de raza negra.
Aún así, la obra maestra de Griffith (técnicamente hablando) ha pasado a la historia por el aspecto positivo que la envuelve, es decir, por ser la primera en establecer un lenguaje cinematográfico que dota de sentido a la sucesión de imágenes, haciendo que el espectador pueda seguir una secuencia lineal y lógica de la trama de la película.
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