Hace unos días, el equipo de Making Of pudimos disfrutar en los Cines Renoir Princesa del preestresno del nuevo trabajo de Wes Anderson, Moonrise Kingdom. La película, recién llegada a las carteleras de nuestro país, está suscitando las más variadas críticas, y tiene motivos para ello porque si algo tiene Anderson es que no deja indiferente a nadie.
Sus producciones tienen señas de identidad propia, y Moonrise Kingdom, a pesar de ser la historia de un amor adolescente, no lo iba a ser menos. En ella se nos presenta la vida de Sam, un joven boyscout de un pueblo de New England, que cambia radicalmente al conocer en una obra de teatro a Suzy, una problemática joven de mirada inquietante. Y así, con tan sencilla trama, nos vemos inmersos en la búsqueda y captura de manos de familia, profesores y autoridades dos amantes que deciden dejar sus infelices vidas para dar rienda suelta a su amor.
Pero lejos de ser el típico drama romántico al que la industria nos tiene tan acostumbrados, Moonrise Kingdom es un despliegue de estética bizarra que no deja lugar a los términos medios, o te aburre o te encanta. El reparto coral de esta película, encabezado por unos siempre excelentes Bill Murray, Edward Norton y Frances McDormant pero seguido muy de cerca por Jared Gilman y Kara Hayward (que, sin duda, dará que hablar en un futuro no muy lejano) es uno de los puntos fuertes de la película.
Si a esto le añadimos una banda sonora que se adapta perfectamente a unos acontecimientos de los que nos hace preguntarnos constantemente si estamos viendo una comedia dramática o un extravagante despliegue de simbolismo digno de psicoanálisis y una, eso si, impresionante fotografía, tenemos como resultado uno de los filmes más redondos del director.
Y, sin embargo, no deja de despertar emociones contradictorias en el espectador llegando, en algunos momentos, a resultar aburrida. ¿Por qué? Por nada en especial. Es el estilo wesandersoniano, dotado de un humor muy particular que no a todos los espectadores engancha. Pues aunque cuente con todos los aspectos positivos que se le pueden pedir a una película, le falta ese 'algo' que hace que salgas del cine estimulado de alguna forma por lo que acabas de ver.
Ya decían algunos filósofos que en materia de gusto, todo es subjetivo. Así que, en mi subjetiva opinión, fans de Wes Anderson, Moonrise Kingdom no os defraudará. Para los que no conocéis al susodicho, esta puede ser una buena oportunidad para hacerlo. Pero para los que habéis intentado coger el toque de su pecualiar forma de entender el mundo y trasladarlo a la gran pantalla y aún así no lo habéis conseguido, no será esta la película que os haga saltar de la butaca de emoción.
Nota Making Of: 7