El FILMA2 de esta semana va dedicado a Tim Burton, director, escritor, productor y diseñador estadounidense, y a su particular visión del mundo.
Nació el 25 de agosto de 1958 en California y durante su infancia demostró ser un niño abstraído, tímido y extraño fascinado por las historias de Edgar Allan Poe y Charles Dickens. También estaba muy influenciado por el cine de terror y de ciencia-ficción de la época.
Creció atraído por el mundo artístico y convencido de que podría ponerle su sello personal, un tanto siniestro, por lo que ingresó en el Instituo de Artes Gráficas de California y se centró, principalmente, en el ámbito de la animación.
Paradójicamente, su primer trabajo lo consiguió con la compañía Disney, incorporándose al equipo de Tod y Toby y, posteriormente, colaborando en un nuevo proyecto: Taron y el caldero mágico. Digo paradójicamente porque a priori, el estilo de Disney poco tiene que ver con el estilo gótico y oscuro al que estamos acostumbrados a ver en las obras de Tim Burton. Pero la experiencia no resultó satisfactoria, al parecer, para ninguna de las dos partes, pues Disney no llegó a entender los diseños del joven Burton y éstos fueron desechados casi en su totalidad.
Era gran admirador del actor Vincent Price y, como tal, le había escrito un poema con el género de microrrelato infantil. Tom Wilhite financió la reconversión del poema en cortometraje y así, Burton colaboró con animadores especializados en Stop motion para producir este corto, narrado por el propio Price, en blanco y negro y de cinco minutos de duración que fue alabado por la crítica especializada de la época. Aún así, Disney no quiso comercializarlo.
Su primer largometraje fue La gran aventura de Pee-Wee, en 1985. Tres años después llegó Beetlejuice, una comedia de humor negro basada en el excéntrico fantasma que da nombre a la película que se hizo con un Oscar en la categoría referida al maquillaje de los personajes.
Con Eduardo Manostijeras, en 1990, podemos decir que la carrera de Tim Buton despegó por completo. Esta película es considerada por la mayoría de sus seguidores, como la mejor obra del cineasta, donde lleva su visión de las cosas al límite, presentando una estética única e irrepetible. Para el film contó con Johnny Depp en el papel de Eduardo y con Vincent Price, con el que había entablado una gran amistad desde que le escribió el poema.
Tras el éxito del largometraje, Depp se ha convertido en un rostro muy habitual cuando se habla de proyectos de Tim Burton, y podemos verlo en otras películas como Ed Wood (1994), Sleepy Hollow (1999), Charlie y la fábrica de chocolate, Sweeney Todd (2008) y Alicia en el país de las maravillas (2010).
Otros títulos de su filmografía son:
- Batman (1989)
- Batman Returns (1992)
- Pesadilla antes de Navidad (1993)
- Batman Forever (1995)
- Mars Attacks! (1996)
- El planeta de los simios (2001)
- Big Fish (2003)
- La novia cadáver (2005)
En cuanto al estilo artístico que plasma en sus obras, Tim Burton tiene unas características muy marcadas. El tipo de cine que recrea es, en general, oscuro y surrealista, con personajes de características extremas (demasiado altos, demasiado delgados, demasiado bajos...). Tiende a introducir en sus obras todo tipo de elementos góticos y utiliza dos paletas de color, principalmente: una siniestra, donde predominan los negros, grises y rojos; y otra fantástica, donde predominan los tonos pastel y los colores primarios.
Si hablamos de premios, Alicia en el país de las maravillas se hizo con dos estatuillas en la pasada edición de los Oscar en las categorías de Mejor dirección artística y Mejor diseño de vestuario. Para todo aquel que no haya visto la película hay que aclarar que el vestuario de los personajes es muy original, sobre todo el de Alicia, que a lo largo del film cambia de atuendo muy a menudo, según las circunstancias que se le presentan.
Sweeney Todd se llevó el Globo de Oro a la Mejor película en la categoría de comedia o musical y La novia cadáver recibió el premio Future Film Festival Digital en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2005.
Cuando hablamos de Tim Burton hay algo que es innegable: su gran aportación al mundo del cine, pues, tal y como hemos repasado, tiene una amplia filmografía. Es considerado, por muchos, todo un genio en este arte pero toda moneda tiene su cara y su cruz y, en contraposición a sus admiradores, Burton cuenta con un gran séquito de opositores a su visión de las cosas. ¿Quién se equivoca? Todos y ninguno porque, como bien dice el dicho, para gustos, los colores.
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